La salida de Junts del Govern y el cisma entre ERC y los posconvergentes no parecen haber hecho mella en el apoyo social a la independencia de Catalunya. El primer barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de la Generalitat tras la ruptura del Ejecutivo catalán muestra una leve recuperación del 'sí' a la secesión y un retroceso también leve del 'no', aunque los contrarios a la independencia se mantienen en el 50%. Y dentro del independentismo, gana terreno el pragmatismo porque solo uno de cada 10 catalanes abogan abiertamente por vías unilaterales.

El trabajo de campo de esta encuesta del CEO se llevó a cabo a partir de 2.000 entrevistas durante toda la crisis entre ambos partidos, del 27 de septiembre al 21 de octubre. En ese contexto, el 50,1% de los catalanes votarían en contra de la independencia frente a un 41,6% que votarían a favor. Desde julio, y con la ruptura entre ERC y Junts por medio, el 'sí' ha subido siete décimas y el 'no' ha perdido dos puntos.

En aquel sondeo del CEO de julio pasado, el dato más llamativo era que el apoyo a la independencia de Catalunya alcanzó el nivel más bajo de todo el 'procés', el 40,9%. Desde la primera Diada masiva, en 2012, el 'sí' ha retrocedido 16 puntos y el 'no' le sacaba 11 puntos en julio. Ahora esa diferencia se ha reducido a 8 puntos.

Preguntados por la vía para resolver el conflicto político, el 58% de los catalanes apuestan por la vía del diálogo y solo el 11% defienden la unilateralidad. En el primer porcentaje, el de entrevistados que prefieren la negociación con el Estado, conviven a partes prácticamente iguales independentistas y no independentistas. Por partidos, los votantes de Junts están fracturados en esta cuestión: el 43% apoya la unilateralidad y otro 43% prefiere el diálogo. En la CUP también hay división (44% a favor del diálogo y 41% a favor del unilateralismo), mientras que en ERC hay una amplia mayoría a favor del diálogo (73%).