Escucha los audios de las mujeres que denuncian "abuso de poder" de Dalmases

"Me trató vejatoriamente. Sufrí 'mobbing', humillaciones e intimidación". "Empezó lo que parecía una relación estable. A partir de entonces, yo aún no lo sabía, todo sería estar a su merced". "Me insistía por tierra, mar y aire para que quedáramos". "Intentó invitarme a un café, a cenar, al teatro... Iba haciendo monólogos" Le volví a decir que no y acabó persiguiéndome por todo el plató. Son frases del relato de cinco de las mujeres que han levantado la voz para manifestar que se han visto perjudicadas en diferentes ámbitos por la conducta del diputado de Junts Francesc de Dalmases. Todas ellas piden mantener en el anonimato sus identidades, aunque tres de ellas han decidido hablar en primera persona para explicar lo vivido con la voz distorsionada. Contactado por este diario, el dirigente ha respondido que está de baja médica pero que estará en disposición de dar respuesta cuando esté recuperado. La primera de las afectadas era trabajadora de la 'conselleria' de Cultura en la época en que estaba bajo la batuta de Laura Borràs. Explica que Dalmases "interfería" en el día a día del departamento como persona de confianza de Borràs pese a que no ostentaba ningún cargo en él más allá de ser diputado en el Parlament. "Es arrogante y prepotente. Intenta primero alabarte y, si no piensas como él o actúas a su manera, empieza a desprestigiarte en público y en privado. Me trató vejatoriamente. Sufrí 'mobbing', humillaciones e intimidación", asegura. "A menudo me ridiculizaba y refiriéndose a la 'consellera' le decía: "¿Esta subordinada tuya qué me está diciendo?", añade. Al final, le ofrecieron que cogiera una "baja larga" y que posteriormente dijera que no podía continuar, pero se negó, motivo por el que afirma que fue despedida. Ha mantenido silencio hasta ahora, cuando a raíz de hacerse público el polémico episodio con la periodista le "despertó todo lo vivido". La segunda de las afectadas que aporta en primera persona su vivencia asegura que tuvo una relación sentimental con Dalmases y que esta se alargó durante meses en dos etapas distintas entre 2017 y 2018, cuando él era ya diputado. Contactó con ella a través de las redes sociales en un momento "difícil" a nivel personal y laboral. Todo empezó con el ofrecimiento de escribir artículos en la revista que dirigía y la petición de citarse, un trabajo que asegura que no le pagó. La relación se fue estrechando a golpe de intercambio de información de tipo profesional. "Eran mensajes de temas laborales hasta que un día me dijo que le gustaba mucho, que estaba enamorado", relata. Decidió conocerlo. "Quedamos y nos enrollamos, pero llega un momento que empieza a tener dudas, que te dice que podría ser su padre", prosigue. La diferencia de edad era de casi 20 años. A partir de entonces, quedaban solo cuando él quería y, cuando daba por zanjada la relación, contactaba de nuevo con ella con alguna "excusa" para comentar la actualidad política. En el 2019 se entera de que hay otras mujeres en que, estando en "situación de vulnerabilidad", les hizo lo mismo siguiendo un patrón: "Te crea una dependencia y hace que estés en la reserva". Así lo corrobora otra afectada que relata unos hechos similares. También contactó con ella por redes sociales, hubo un vínculo sentimental y la relación se interrumpió y se reprendió al cabo de unos meses. "Insistía en quedar, pero después no se presentaba o tardaba meses en poner una fecha mientras seguía insistiendo. Un día vino a mi casa, se insinuó y luego se fue", afirma. Define el comportamiento de Dalmases como un "abuso de poder" en el que utiliza su cargo para tener ascendencia e influencia sobre las mujeres en las que está interesado. La tercera voz la pone una exdiputada que coincidió con él en el Parlament en la pasada legislatura y que vivió un episodio puntual con Dalmases que asegura que no se le ha borrado de la memoria por lo incómodo que fue. Estaban en el plató de 8TV tras un debate electoral y él se acercó para proponerle quedar para tomar un café. "No lo conocía de nada, le dije que no. Pero insistió. Le volví a decir que no y acabó persiguiéndome por todo el plató. Fue una situación muy desagradable", concluye. Otras dos afectadas describen cómo el dirigente las contactaba con frecuencia por las redes sociales para intentar quedar con ellas, pero nunca se encontraron con él cara a cara a pesar de la insistencia. "Empezó hablándome de mi trabajo, intentó invitarme a un café, a cenar, al teatro... Iba haciendo monólogos, porque cuando me hacía propuestas yo no respondía. Solo contestaba cuando eran comentarios del ámbito profesional", explica una de ellas. Aún así, durante dos años, y de forma recurrente, él le enviaba fotos de su vida privada o le explicaba asuntos personales. La otra afectada recibió también múltiples mensajes privados por Twitter primero y, después, por Signal e Instagram. Ella es abogada y, "utilizando a una víctima de violencia de género como excusa", consiguió si teléfono. Desde entonces, insistió "por tierra, mar y aire" para que quedaran. Nunca pasó. Le pedía de forma explícita "silencio", que no la contactara, pero él encontraba siempre una excusa para volverle a escribirle e ignorar la petición de la afectada.

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