EL NUEVO CURSO POLÍTICO

¿Jugando con la ruptura? Las dos 'grietas' que ponen en jaque la estabilidad del Govern de ERC y Junts

Las discrepancias entre los socios forman una compacta telaraña de acusaciones donde los asuntos se mezclan sin solución de continuidad

Pere Aragonès y Jordi Puigneró, a su llegada a la reunión semanal del Govern. / EFE / MARTA PÉREZ

En Argentina se acuñó a principios de siglo el término ‘la grieta’ para explicar la división del país entre partidarios y detractores del movimiento ‘kirchnerista’, (la versión 2.0 del peronismo),  nacido al abrigo de los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Muy lejos de la tensión de la política argentina, Catalunya ve crecer otro tipo de grietas. La más evidente, y que empieza ya a desdibujarse a fuerza de tender puentes, es la que se abrió entre partidos favorables y contrarios a la independencia. Y, ahora, en el suelo secesionista, se observan dos grandes fisuras. Una en el Govern, entre ERC y Junts que, de hecho, se acerca más a una fosa abisal. La otra, aún en formación y con una magnitud aún por definir, separa a las fuerzas políticas y sus seguidores de aquellos que creen que es precisamente el sistema de partidos el que boicotea el camino hacia la independencia.