Reacción húngara

Orbán vaticina que Ucrania "nunca ganará" la guerra y que la paz será en 2024

  • El euroescéptico tacha de "imperialismo" que la UE tome decisiones de política exterior por mayoría

  • Se separa de la política común y envía a su embajador a Rusia a pedir que llegue más gas a Hungría

El presidente Viktor Orbán se entrevista con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. / Francois Lenoir / Reuters

El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, vaticinó este sábado que Ucrania no ganará la guerra contra Rusia, y que no se logrará la paz hasta después de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, en 2024. "Ucrania nunca ganará contra Rusia", dijo Orbán en la localidad rumana de Baile Tusnad, en un acto organizado por la minoría húngara de Rumanía.

El mandatario magiar, considerado el mejor aliado del presidente ruso, Vladímir Putin, en la UE, aseguró que Moscú únicamente negociará con Washington, y con garantías de seguridad, lo que dio a entender que no sería posible con el actual jefe de la Casa Blanca, el demócrata Joe Biden.

"La primera verdadera posibilidad de la paz en Ucrania se dará en 2024, cuando en EEUU se realicen elecciones presidenciales", sentenció el líder ultraconservador, dando a entender que los demócratas perderán esos comicios.

Y se mostró convencido de que el ejército ruso no hubiese invadido Ucrania si el poder de Estados Unidos y Alemania hubiese seguido en manos del expresidente Donald Trump y de la excanciller Angela Merkel, respectivamente. Justificó su opinión en su firme creencia de que ambos exmandatarios hubiesen accedido a "ciertas exigencias" del Kremlin.

Unión Europea

Orbán calificó, además, de "imperialista" y "peligrosa" la propuesta de que las decisiones en materia de política exterior de la UE se tomen por mayoría de los Veintisiete, en lugar del consenso requerido actualmente.

"La propuesta de modificar el sistema de decisiones para poder hacer política exterior europea con mayoría simple, es muy peligrosa", aseguró, porque si "obligar a un país a una política exterior que no quiere es imperialismo", dijo el mandatario.

El conservador Gobierno de Orbán ha bloqueado varias veces decisiones del Consejo Europeo, como cuando, al adoptar el sexto paquete de sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania, condicionó su voto a la exclusión del patriarca ruso Kirill de los sancionados, o excepciones para su país del embargo petrolero parcial adoptado entonces.

Considerado el mayor aliado del presidente ruso en el bloque comunitario, Orbán ha criticado reiteradamente las sanciones al Kremlin como contraproducentes, si bien hasta ahora se ha adherido a ellas.

Embajador a Moscú

Este viernes se desmarcó de sus socios europeos, al enviar por sorpresa a su ministro de Exteriores a Moscú para pedir a Rusia que le venda más gas, en clara discrepancia con el resto de los países miembros que intentan a toda costa reducir su dependencia energética del gigante euroasiático.

Orbán volvió a acusar a Bruselas y al magnate George Soros de querer "obligar" a Hungría "a recibir inmigrantes no europeos", lo que le dio pie a argumentar que a causa de la política de una supuesta "izquierda internacionalista", los países de Europa occidental ya "no son naciones".

"Hay países donde se mezclan pueblos no europeos con los europeos, mientras que en Europa Central (solo quedan) los europeos. No somos de razas mixtas y tampoco queremos serlo", subrayó Orbán.