Las 4 claves de la hoja de ruta de Junts: del amago con salir del Govern al blindaje de Laura Borràs

Junts per Catalunya ha solemnizado este fin de semana en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) la apertura de una nueva etapa para las siglas tras el adiós de Carles Puigdemont. Después de que Laura Borràs y Jordi Turull tomaran las riendas de la formación a principios de junio, los militantes han debatido cuatro ponencias que han sido aprobadas este domingo –política, organizativa, sectorial y municipal- con más del 90% de los votos para asentar los principios rectores de la fuerza política, con la mirada puesta en el convulso ciclo electoral de 2023. Estas son las claves de la nueva hoja de ruta del partido: Otro 'procés' La posconvergencia asume ya errores en el 1-O, aunque sigue apelando retóricamente al "mandato" del referéndum y a levantar la declaración de independencia sin fijar plazos. Su principal apuesta es la “confrontación inteligente” que defienden como una forma de desgaste al poder del Estado desde todos los niveles institucionales, también económicamente. Para lograrlo, consideran que se debe poner punto y final a la mesa de diálogo, ya que a su juicio es "perjudicial" para el independentismo porque lo "desmoviliza internamente y lo silencia internacionalmente" y porque "no ha dado ningún fruto". Así, se proponen que el 1 de octubre de este 2022, cinco años después del referéndum, haya "un punto de inflexión" para retomar el pulso hacia la independencia. La continuidad del Govern Aferrados a que solo el choque con el Estado ofrecerá una nueva oportunidad para la desconexión, los poconvergentes abogan por acabar cuanto antes con el deshielo entre gobiernos. Pero chocan con la permanencia en el Consell Executiu, en una coalición capitaneada por Esquerra de la que amagan con salir si su auditoría sobre el cumplimiento del acuerdo no les satisface. "En este escenario, Junts planteará a sus bases la posibilidad de seguir o no en el Govern o tomar otro tipo de iniciativas adecuadas a la situación", reza el texto, en el que abren la posibilidad de celebrar una consulta a la militancia para decidirlo. El cierre de filas con Borràs La petición de la fiscalía de seis años de prisión y 21 años de inhabilitación para Borràs por presuntamente haber fraccionado 18 contratos durante su etapa al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) para favorecer a un amigo suyo eleva la presión a la presidenta para que dimita. Pero lejos de contemplar esta opción, Borràs se aferra a todos sus cargos y Junts impulsa un proceso de reforma de sus estatutos para blindarla. Si bien hasta ahora los investigados por corrupción eran suspendidos de forma automática cuando tenían fecha para su juicio, la nueva ponencia prevé eximir a los imputados e incluso condenados por estos delitos si la comisión de garantías considera que hay ‘lawfare’ (guerra jurídica). Esto supone que Borràs mantendrá el carnet del partido cuando se le abra juicio oral, pero también si acaba siendo condenada. Los pactos municipales Junts necesita consolidar su poder territorial, en el que ERC arranca con ventaja, de cara a las elecciones de 2023. Si bien la ponencia municipal deja claro que apostarán preferentemente por pactos con fuerzas independentistas, la puerta queda abierta a reeditar alianzas con partidos fuera de la órbita soberanista si conviene en algún territorio, respetando así la autonomía local, siempre que les permita aplicar su programa electoral. El grado de exigencia se eleva en cuanto a pactos supramunicipales, teniendo en cuenta que Junts gobierna junto al PSC la Diputació de Barcelona, y ahí es donde recalcan que pactarán, de ahora en adelante, "de forma muy prioritaria" con los que acepten el derecho a la autodeterminación "mientras haya exiliados y represaliados".

Las 4 claves de la hoja de ruta de Junts: del amago con salir del Govern al blindaje de Laura Borràs

La posconvergencia apuesta por pactar "de forma muy prioritaria" con fuerzas independentistas tras las elecciones municipales de 2023

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