JUEGO DE TRONOS

¿Qué hacía el juez González Armengol entre Aguirre y Villarejo?

José Luis González Armengol. / REUTERS / SERGIO PÉREZ

La mayoría de los jueces son gente de bien. Como la mayoría de los políticos, de los futbolistas o de los periodistas. Pero algunos sucumben a los cantos de sirena de los empresarios o de los cargos públicos que les permiten medrar en su carrera profesional. No toda la cúpula judicial está marcada políticamente, pero el sistema de promoción de los jueces deja muchos resquicios para que jueces sin escrúpulos hagan tratos con políticos sin escrúpulos. Lo alarmante no es que eso se produzca sino que el propio gremio no lo denuncie. La omertá es lo que convierte la excepción en regla. Esta semana una conjunción de intereses ha llevado de nuevo a un ser despreciable como el excomisario Villarejo al primer plano de la actualidad. Las terminales mediáticas de la Moncloa han rescatado los audios de sus conversaciones con dirigentes del PP y se han llevado de un plumazo los restos de Pegasus del tablero político. Y el excomisario se ha prestado al juego para calentar su alegato final en uno de los juicios que tiene en marcha. Pero lo relevante no ha estado ahí.