Las repercusiones del 'caso Pegasus'

Pulso entre Moncloa y Defensa por el espionaje al móvil de Sánchez

  • Cruce de reproches entre los equipos del presidente y la ministra por quién debió evitar el espionaje con Pegasus en el teléfono del jefe del Ejecutivo. Robles y Bolaños hablan por la tarde para aclarar “malentendidos”

  • Defensa esgrime que cada gabinete debe controlar los terminales de sus altos cargos y que si detecta algo extraño los ha de mandar al CNI. La Moncloa sostiene que la ciberseguridad depende de los servicios de inteligencia y que su labor es de mantenimiento y de protección de las comunicaciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa al teléfono durante una cumbre de la UE en Bruselas el 20 de julio de 2020. / AFP / JOHN THYS

La hondura de la crisis provocada por el ‘caso Pegasus’ no tiene fin para el Gobierno. A una presión en aumento del independentismo y un Unidas Podemos, socio de coalición, que pide que se depuren responsabilidades sin demora y que ya sin ambages exige la cabeza de la ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha unido la derivada, capital, del espionaje a ella misma y al presidente, Pedro Sánchez. Y se ha unido, también, y esto es lo nuevo, un embrollo interno, dentro del propio Ejecutivo. Fuego amigo. La Moncloa y Defensa se cruzan reproches, se miran mutuamente y responsabilizan al otro de la seguridad de los móviles de los miembros del Gabinete y de los altos cargos. Todo ello en un contexto de máxima tensión, en las horas previas a la comparecencia de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, ante la comisión de secretos oficiales del Congreso, que puede ser determinante para su futuro, porque la jefa de los espías podría ser la primera víctima política del escándalo