Tensión interna en el PP

Casado se la juega si pierde el trampolín que buscaba en Castilla y León

El líder del PP auspició el adelanto electoral para demostrarle a Ayuso que el éxito en Madrid no era de ella sino de las siglas

Los conservadores señalan que necesitan un 60% de participación para retener la Junta con la ayuda de Vox

Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, el 1 de diciembre en Madrid, en la presentación del último libro de Mariano Rajoy. / José Luis Roca

Pablo Casado buscaba en las elecciones de Castilla y León un trampolín personal que dejara claro a todos los españoles que ha llegado el cambio de ciclo. Quería mandar el mensaje de que el triunfo de su principal rival interna, Isabel Díaz Ayuso, el pasado mayo, se debió a que la siglas del PP han resurgido ya de las cenizas de la moción de censura y no tanto al tirón de la política madrileña. Sin embargo, si esta noche de domingo el resultado que obtienen los populares es similar al que tenían (29 procuradores) y necesitan una docena de escaños de Vox para mantener la Junta, la operación de adelantar los comicios habrá sido un fallo estratégico que desmonta la tesis de Casado y retrata la realidad: Ayuso arrasó por ella y no por las siglas. En caso de que el vuelco sea total y el PP pierda ese feudo en el que gobiernan desde hace 34 años y del que salió José María Aznar, el liderazgo de Casado quedaría más tocado aún. "Es que no quiero ni pensar en esa posibilidad. Sería equiparable a cuando el PSOE perdió Andalucía", se lamenta un parlamentario de Castilla y León.