Con la reforma laboral aprobada (por los pelos), Yolanda Díaz se embarca el próximo lunes en su siguiente tarea: negociar con los agentes sociales la subida del salario mínimo interprofesional (SMI). La vicepresidenta segunda no ha salido tan bien parada como esperaba de la derogación -parcial, como no han dejado de repetirle los socios del Gobierno- de la norma que aprobó el PP en 2012. Díaz no ha cosechado el apoyo del bloque de investidura y tampoco ha obtenido un respaldo férreo de Unidas Podemos. Lo positivo que se lleva la ministra de Trabajo de la caótica votación en el Congreso es que parece demostrado que llevaba razón: no hay una mayoría alternativa a ERC y EH Bildu. En definitiva, una sensación agridulce de la que la líder de los morados se podrá desquitar buscando músculo en la negociación del SMI y recuperando fuelle para lanzar su proyecto.
Carrera presidencial
Díaz busca músculo con el salario mínimo antes de impulsar su proyecto
El apoyo de Ciudadanos y el 'no' de ERC y Bildu a la reforma laboral deslució la aprobación de la norma estrella de la vicepresidenta segunda
La negociación para subir el SMI entre 24 y 40 euros para 2022 ofrecerá a la líder de los morados la posibilidad de recuperar impulso para su plataforma
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, durante el debate sobre la reforma laboral /
Lo más visto
- Las jugadoras del Barça se tuvieron que poner ellas mismas las medallas de campeonas
- Una madre y una hija farmacéuticas y un directivo de una empresa química, las víctimas catalanas del ataque terrorista en Afganistán
- Qué está pasando con el atún en lata y por qué recomiendan reducir el consumo
- El día que Elena Schröeder, la turista asesinada en Afganistán, salvó la vida a un hombre en la estación de Sants
- Junts pide suspender los resultados del 12M y repetir el voto exterior por "graves irregularidades"