Un mes después de la negociación sobre las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que se saldó con el pacto de una cuota para la producción, doblaje y subtitulación en catalán de productos audiovisuales, ERC asume ahora que, de momento, ese acuerdo sirve para poco. El principal objetivo, que el catalán esté presente en las principales plataformas de streaming, las más consumidas, como Netflix y HBO, quedan fuera de su alcance. Un secreto que si bien los republicanos no propagaron, a sabiendas del alcance real, tampoco hicieron nada por frenar. Como tampoco lo hizo el Gobierno, hasta que este martes hizo saltar la liebre. Ante el revuelo generado, a última hora de la tarde, el líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, amenazó con tumbar la ley del audiovisual e, incluso, los Presupuestos, si el Gobierno no mete a las multinacionales en la vereda del 6%. "Para ERC la lengua es sagrada. Es mal negocio tocarnos con esto las narices. Todo puede irse al carajo", advirtió el republicano.