El laberinto catalán

ERC-Junts-CUP: una alianza (solo) independentista

Diputados de la CUP, ERC y Junts; en el Parlament. / Efe / Toni Albir

En julio del 2015, CDC y ERC acordaron concurrir a las elecciones de septiembre (que bautizaron de “plebiscitarias”) en coalición con el objetivo de ganar por mayoría absoluta (luego apareció la barrera del 50%) y, con el apoyo externo de la CUP, declarar la independencia de Catalunya. El programa de Junts pel Sí incluía que, 18 meses después, ya al abrigo de la nueva república, se celebrarían unas nuevas elecciones, cada uno por su lado. Esas elecciones servirían de refrendo a la secesión y para determinar qué modelo de país se quería para el nuevo estado. Ya entonces se tenía muy claro que el modelo convergente era bien distinto al republicano. Y el anticapitalista de la CUP, distinto a los dos. Pese a tenerlo todos tan claro, el frente independentista ha manejado, y maneja, el día a día de la Generalitat seis años después.