Investigación

Caso Delgado & Stampa, un crimen imperfecto

La fiscal general del Estado deja huellas y testigos en el ajuste de cuentas que expulsó al fiscal del caso Tándem-Villarejo

La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, tras finalizar el acto de apertura del año judicial. / David Castro

Ignacio Stampa, el primer y principal fiscal del caso Tándem-Villarejo, el hombre que impulsó las tres piezas cuyo juicio oral en la Audiencia Nacional se reanuda hoy, lunes 15 de noviembre, no estará presente en estrados porque la fiscal General del Estado, Dolores Delgado, orquestó un ajuste de cuentas que acabó con su actuación en la Fiscalía Anticorrupción a finales de octubre de 2020. Ese ajuste de cuentas, cuyos detalles ha planteado al Consejo Fiscal, órgano asesor de Delgado, el fiscal de lo Penal del Tribunal Supremo, Salvador Viada, lejos de ser un crimen perfecto que culminó con la decapitación de Stampa, ha dejado huellas en forma de documentos y testigos que han sido destinatarios de las instrucciones y sugerencias de la secretaría técnica de la Fiscalía General del Estado, que asiste a Dolores Delgado, y que no tiene autoridad institucional sobre los fiscales. Stampa, destinado ahora en la Fiscalía de Madrid, ha impulsado dos procedimientos. Uno ante la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y otro ante el Ministerio de Justicia como demanda de reparación patrimonial por los presuntos perjuicios profesionales sufridos