Fin de la crisis en la coalición

Sánchez ordena multiplicar las reuniones internas para evitar futuras heridas

  • El acuerdo implementa un nuevo sistema de coordinación para la reforma laboral que fue cerrado en la tarde del martes por Bolaños y el número dos de Díaz

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se reúne con el secretario general del mayor sindicato italiano, Confederazione Italiana del Lavoro (CGIL), Maurizio Landini (i), en Roma, este 27 de octubre de 2021. / EFE / CGIL

La tarde y la noche del martes 26 de octubre fue larga. Espesa en contactos y llamadas. Horas antes, en una reunión previa al Consejo de Ministros, Félix Bolaños había reunido en su despacho a María Jesús Montero, Irene MonteroIone Belarra y Yolanda Díaz. Ahí había habido un gesto, conceder a Trabajo el liderazgo de las negociaciones con patronal y sindicatos, pero eso no bastaba a los morados, y lo dijo la vicepresidenta segunda ya desde Roma, pasadas las 17.20 horas: las discrepancias eran de "contenido", y no de "método". Después de esa hora, Bolaños, el hombre de absoluta confianza del presidente, el encargado de desatascar todos los conflictos, levantó el teléfono. Empezó a explorar vías de solución con el dos de Díaz, Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo.