El Gobierno implica a la oposición en la evacuación de afganos

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, llamó este jueves a todos los portavoces de los grupos parlamentarios en el Congreso para informarles del contenido de la operación de evacuación de colaboradores afganos de Occidente que tiene diseñado el Gobierno, y que él coordina, así como del papel de España como hub para los vuelos con refugiados que han de llegar desde Kabul. Bolaños llamó al final de la tarde a toda la oposición y habló "prácticamente toda", según contó en una entrevista concedida a la SER. Con esta ronda de llamadas informativas, el Ejecutivo implica a la oposición en el operativo de evacuación, imposibilitando a los partidos mostrarse ajenos. Con Unidas-Podemos, el socio de gobierno, la implicación ha sido aún mayor: a la reunión del equipo interministerial que presidió Pedro Sánchez este jueves se invitó a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pese a que los morados no tienen ninguna de las competencias del Ejecutivo -Exteriores, Defensa, Interior y Migraciones- implicadas en el operativo de salvación. Esperando evacuación El objeto de la ronda de llamadas de Bolaños a los portavoces fue "mantenerles informados del operativo desplegado y de la situación de las actuaciones que se han llevado a cabo, las que están activadas en este momento y las que seguirán produciéndose", contaron al final de la jornada fuentes del Ministerio de Presidencia. Y esas actuaciones tienen que ver con un contingente de desesperados. Por séptimo día desde que los talibanes empezaron a rodear Kabul, cerca de 2.500 ciudadanos afganos esperan evacuación en el aeropuerto de la capital de Afganistán o tratando de llegar a sus hangares y pistas, de los pocos espacios que quedan libres de integristas en todo el país. Esos 2.500 son hombres y mujeres de la élite intelectual del país, que prestaron servicio a distintos ejércitos y embajadas en la lucha sobre el terreno contra el terrorismo yihadista y en la edificación de un gobierno no talibán. y que tienen su nombre inscrito en una lista occidental. Como han refrendado expertos en inteligencia en un informe confidencial para la ONU, en muchos casos en Afganistán hoy vivir o morir depende de estar en una de esas listas de salvación. Trescientos de esos evacuables colaboraron con la Unión Europea, según ha desvelado su alto representante para política exterior, Josep Borrell este jueves en el europarlamento. La UE solo ha conseguido sacar de Afganistán de momento a 106. Cerca de medio millar integran el objetivo de máximos de la 'lista España', de cuyo número total no ha informado Bolaños ni ninguno de sus compañeros del equipo interministerial: José Manuel Albares, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska y José Luis Escrivá. De las aspiraciones españolas puede dar idea la capacidad del campamento de aclimatación que el Ejército del Aire ha construido junto a las pistas de la base aérea de Torrejón: de 600 a 800 personas, según sus necesidades. "El Gobierno no da ninguna cifra porque ningún número es ahora realista", comentan a EL PERIÓDICO fuentes militares. Este jueves llegaron a la base de Torrejón los primeros 48 colaboradores y familiares de estos en un vuelo español, el segundo procedente de Kabul que aterrizaba. Doce viajeros pidieron asilo en este país. Peligros distintos No todas las personas que en 20 años han ayudado a España, desde la misión Libertad Duradera hasta la operación Apoyo Decisivo, corren el mismo peligro de venganza integrista, consideran esas fuentes castrenses, con experiencia en el teatro de operaciones afgano. Los trabajadores de mantenimiento, limpieza o restauración de las bases españolas en Herat y Qala-e-Naw no están en el punto de mira talibán tanto como, sobre todo, los traductores que acompañaban a altos oficiales a reuniones don dirigentes locales. Sobre ellos pesa "la mayor amenaza", dicen estas fuentes. Contactar telefónicamente con excolaboradores se hace cada día más difícil a los técnicos de Defensa y Exteriores. Especialmente los radicados en las provincias de Herat y Badghis, territorio confiado por la coalición internacional al Ejército español. Hace tres meses, cuando la embajada empezó a insistir a los escasos integrantes de la colonia española en el país en que había que salir de allí, "todavía podía haber sido posible alguna operación de extracción de personas" en esas provincias, dicen las fuentes militares consultadas. "Ahora es imposible", concluyen. El acceso libre al aeropuerto de Kabul ya no existía el pasado domingo, cuando los talibanes cerraron con un control la vía de la ciudad que, bordeando la embajada de Turquía, da a las pistas. Bolaños ha tratado de trasladar a sus interlocutores políticos que esta operación es "una cuestión de Estado" y que se trata de "una crisis humanitaria" ante una "situación que en Afganistán es desesperada" La portavoz parlamentaria popular Cuca Gamarra se ha dado por enterada, y expresó este jueves en redes sociales su descontento con "la falta hasta el momento de comunicación suficiente con la oposición". Y Bolaños contestó en la radio: "Se me hace difícil que aquí haya ni la más mínima diferencia entre el Gobierno y la Oposición." Cuatro aviones del Ejército del Aire, una decena de sanitarios militares, 50 soldados del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo y de un batallón de Cooperación Cívico-Militar del Ejército y 17 miembros del Grupo Especial de Operaciones y de las Unidades de Intervención de la Policía forman el despliegue español, encargado en parte de la custodia del embajador, Gabriel Ferrán, sus ayudantes y de su lista de desesperados.

El Gobierno implica a la oposición en la evacuación de afganos

El ministro Bolaños hace una ronda de llamadas a los portavoces parlamentarios

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