El laberinto catalán

ERC y Junts difieren también en las posibles consecuencias del 4-M en Catalunya

  • Los republicanos ven en la neonata debilidad de Sánchez una oportunidad negociadora

  • Los posconvergentes creen que el presidente restringirá aún más el diálogo con el Govern

El expresidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, en un acto en la Llotja de Mar en el 2020. / Jordi Cotrina (El Periódico)

Como no podía ser de otro modo, ERC y Junts, socios de Govern desde 2015 y negociando ahora proyectar esa entente hasta 2025, interpretaron de manera distinta y opuesta las consecuencias que los resultados de las elecciones madrileñas pueden tener para Catalunya. Donde unos, los posconvergentes, ven el final de toda opción de negociación con el Estado, habida cuenta de la potencia del triunfo del PP y Vox, contrarios hasta el último suspiro a cualquier acuerdo con el independentismo; los otros, los republicanos, ven una oportunidad dada la neonata debilidad de un Pedro Sánchez que, hasta que a su jefe de gabinete, Iván Redondo, se le ocurrió meter baza en Murcia, nadaba con paso firme.