El 4 de mayo de 2020, Jaume Graells, exteniente de alcalde de Educación, Juventud y Deportes de L'Hospitalet de Llobregat y miembro de la junta del Consell Esportiu municipal, presentó ante la Policía Nacional una denuncia por presunto desvío de fondos de esa entidad privada de promoción del deporte. A los pocos días, el 22 de mayo, se produce un intercambio de whatsapp entre Eduard Galí, director del Consell, y el entonces concejal de Deportes, Cristóbal Plaza, que dimitió de su cargo el pasado mes de noviembre. “Esto no puede seguir así, demasiado tiempo más”, escribe el primero, a lo que el regidor contesta: “La próxima junta debería ser la demostrativa de su soledad [de Graells]; pero sí, el lunes vale la pena que nos movamos. Tú llama a Montse [jefa de gabinete] y yo llamaré a la alcaldesa”, en referencia a Núria Marín. Esa última llamada, según el entorno de la edila socialista, nunca se produjo. La conversación se produce cuando ya se había encargado una auditoría para aclarar las presuntas irregularidades.