La pandemia de coronavirus ha hecho aflorar de nuevo las tensiones del modelo de financiación autonómica. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha puesto sobre la mesa la necesidad de llevar a cabo "una profunda reforma territorial". Y lo ha hecho denunciando las asimetrías económicas entre regiones y concretamente "el efecto capitalidad, que ha convertido a Madrid en un generador de diferencias y desigualdades. Un 'procés' invisible con un 'dumping fiscal' injusto".
En su primera intervención en el debate de política general este lunes, Puig habló sin tapujos de la voluntad de liderar un nuevo eje político. La reforma territorial de España es un tema clásico en la agenda del Consell. Llegó a elaborar una propuesta de nueva Constitución con ese enfoque. La deslealtad de Madrid con el resto de comunidades es otro asunto habitual en los discursos importantes de Puig. Ahora lo ha recuperado con fuerza a partir de un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Este dice, por ejemplo, que 9 de cada 10 contratos estatales se gestionan desde Madrid, y casi el 60% de adjudicaciones se hacen a empresas residenciadas en la capital.
"Ante esta crisis que abre la pandemia en España no todos partimos en iguales condiciones para abordar la recuperación. No todos partimos con los mismos pigmentos para darle color a la fotografía. Y ese es, hoy, un debate más pertinente que nunca. Un debate que solo puede abordarse con la contundencia de los datos", ha afirmado Puig.
"Muchas veces hemos hablado de las asimetrías del sistema entre la comunidad que más recibe y la que menos. Por eso hoy quiero poner encima de la mesa un nuevo informe --muy revelador-- realizado por el IVIE", ha manifestado.
En base a ese informe, Puig ha argumentado que el "efecto capitalidad" ha convertido Madrid en una "gran aspiradora" que absorbe recursos, población, funcionarios estatales y redes de influencia. Todo eso, en detrimento de la igualdad de los territorios que conformamos España".
El eje divisorio de la M-50
"El 29% de los trabajadores públicos estatales se concentra en Madrid, para la capital esto representa un plus de hasta 95.000 empleados públicos más de lo que le corresponde", ha asegurado el presidente valenciano. "Esto implica un plus poblacional y de oferta laboral de la M-50 para adentro. Porque 9 de cada 10 contratos estatales se gestionan desde Madrid, y casi el 60 % de adjudicaciones se hacen a empresas residenciadas en Madrid", ha agregado. Todo ellos supone, en opinión de Puig, "pérdida de trabajo, bienestar y prosperidad de la M-50 hacia fuera".
"Madrid puede permitirse dejar de ingresar 4.100 millones anuales con rebajas fiscales fruto de su dopaje por el 'efecto capitalidad'. Esto implica la emigración fiscal de personas y empresas hacia dentro de la M-50 y la pérdida de ingresos hacia fuera".
"No es un debate identitario"
Puig ha subrayado que "todo esto no es ni racional, ni justo, ni sostenible" y por ello ha pedido una "profunda reforma territorial".
"No estamos contra nadie. Pero tampoco estamos dispuestos a resignarnos. Es urgente evitar que estas desigualdades vayan creciendo a costa del resto de España. Porque solo acabando con los agravios y las asimetrías entre ciudadanos evitaremos una recuperación a diferentes velocidades".
Asimismo, ha insistido en que "un reparto más justo de los recursos y las oportunidades será la mejor manera de cohesionar la España plural, diversa y real". Y ha cerrado su intervención sobre este asunto: "insisto, este no es un debate identitario. Es un debate de derechos, de igualdad de oportunidades y de bienestar". "Siempre exigiré una financiación justa y unas inversiones justas. Con independencia de quien gobierne".
Ayuso reclama un trato diferente a Madrid
El discurso de Puig reclamando una financiación más justa y denunciando el efecto "aspiradora" de Madrid coincide en el tiempo con el que hizo, con un tono muy diferente, Isabel Díaz Ayuso, la noche del lunes en TVE-1. Ayuso reivindicó la capitalidad de Madrid y reclamó un trato diferente para la Comunidad.
Ayuso ve injusto comparar datos de Madrid con los de otras regiones. /
"Madrid es nacional, es una España dentro de otra por los lazos que nos unen con todas las comunidades autónomas, por ser motor económico, por tener el 60% de las grandes empresas, por esas cifras de movimiento y sobre todo porque somos una comunidad muy vulnerable por nuestra densidad de población. Todo esto hace que sea una cuestión nacional capital afrontarlo", ha argumentado Ayuso para defender un trato diferencial hacia la Comunidad.