DESDE MADRID

La patriótica agonía del PP

Las confesiones de Francisco Martínez, letrado de Cortes, desarbolan a los cuadros medios del partido

Se cree que Rajoy será imputado por "autoría mediata" porque no impidió la delictiva 'operación Kitchen'

Pablo Casado y Mariano Rajoy, en el Parlamento de Galicia / EFE / LAVANDEIRA JR

Francisco Martínez no es un cualquiera, ni un realquilado de la política. Fue, entre el 2011 y el 2016, secretario de Estado de Interior bajo el mandato en el ministerio de Jorge Fernández Díaz. Era un hombre serio y riguroso que en el 2004 había ganado plaza por oposición de letrado en Cortes, uno de los cuerpos más elitistas del funcionariado. Se incorporó al Gobierno de Mariano Rajoy como una "esperanza blanca". Y lo esperaba todo de la política. Estaba dispuesto a hacer lo que hiciera falta, incluso asumir por una mal entendida lealtad, que había que poner en marcha, entre el 2013 y el 2015, un aparato parapolicial para librar al partido de los secretos documentales de Luis Bárcenas sobre la ilegal caja b de la organización. Una privatización repugnante del Estado.