DESDE MADRID

Entre Marchena y el caos

Puigdemont no quiere elecciones ahora: necesita tiempo, desafiar al Supremo y abortar el diálogo

Con Torra inhabilitado, habría un nuevo presidente y, en su defecto, comicios, pero no antes de febrero

El presidente de la Generalitat, Quim Torra / RUBEN MORENO

Gonzalo Boye, letrado de Joaquim Torra, ha manejado todos los resortes procesales posibles para aplazar la vista del recurso de casación ante la Sala Segunda del Supremo señalada para el día 17 de septiembre. Ha recusado, sin éxito, a 11 de los 13 magistrados de la Sala en la que se tiene el propósito de celebrar la vista en la fecha acordada y dictar una sentencia que, en fuentes judiciales, se considera "cantada". Es decir, será confirmatoria de la del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya que condenó al presidente de la Generalitat a un año y medio de inhabilitación por un delito de desobediencia a la Junta Electoral. Como en la segunda instancia no se revisan los hechos declarados probados y Torra aceptó haber desobedecido, son ínfimas las posibilidades de que el Supremo revoque la primera resolución.