Competencias y competentes

Del dicho al hecho

El 'president' Torra ha instado a no hacer partidismo del coronavirus. Y no ha enrojecido. Como si no hubiera lanzado constantes críticas políticas al gobierno Sánchez durante la larga primavera robada

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el Parlament / ACN / GERARD ARTIGAS

El uso obligatorio de la mascarilla es una decisión política. Conviene recordarlo porque la sutileza con la que la Generalitat invoca a los científicos cuando justifica sus decisiones juega al equívoco. Los especialistas, por su parte, insisten en recordarnos que si bien ellos asesoran e incluso recomiendan, la última palabra la tienen los representantes públicos que por algo fueron elegidos para gobernar. Y como esta es su responsabilidad, deben asumirla mal que les pese, les duela o les cueste. Porque comprendiendo que la situación es complicada y les supere no olvidemos que invocaron nuestro apoyo electoral comprometiéndose ante las urnas como las parejas ante el matrimonio. Apelando al respeto, la ayuda y el interés de la familia como reza el  Código Civil, además de la riqueza, la pobreza, la salud y la enfermedad, como también consta y se cita popularmente. De la fidelidad y el socorro mutuo mejor no hablar en semejante tesitura porque el desapego político ha convertido la virtud pública en una reliquia a la que la ciudadanía replica con un escepticismo creciente.