JxCat busca el desgaste de ERC en plena incertidumbre electoral

Las diferencias copan la relación entre socios, del apoyo a Sánchez al suplicatorio de Borràs

Chacón y Aragonès protagonizan el último choque a raíz de un plan para la automoción

Pere Aragonès, Quim Torra y Pedro Sánchez, el pasado 26 de febrero en la Moncloa, durante la primera reunión de la mesa de diálogo.  / DAVID CASTRO

Tiempo. La activación por parte del Tribunal Supremo de la cuenta atrás que debe desembocar en unas elecciones en Catalunya ha elevado la energía cinética de los dos bandos que forman el Govern. Como en aquellas guerras donde se lucha con mayor ferocidad en las pocas horas que dista un alto el fuego, para negociar en ventaja, Junts per Catalunya y ERC, que aceptan con resignación que no les queda otra que volver a pactar tras el paso por las urnas, redoblan sus escaramuzas. Los posconvergentes, por detrás en las encuestas, aun con más ahínco. Pero los republicanos, cansados de ir de victoria demoscópica en victoria demoscópica hasta la derrota final en las urnas (como en el 21-D) también juntan filas, sabedores de que si llega la victoria, y esta es por la mínima, la sucesión de vietnames seguirá en la próxima legislatura.