DESDE MADRID

Pablo y Arnaldo, el pacto de reclutamiento

El acuerdo con Bildu tenía un sentido instrumental para Sanchez y estratégico para Iglesias, y la lealtad del vicepresidente es antes con su proyecto

El líder de Podemos prepara su marcha del Consejo de Ministros construyendo un bloque de izquierda extrema que vuelva a disputar la hegemonía al PSOE

Pablo Iglesias, en el Congreso, el pasado 13 de mayo / AFP / ANDRÉS BALLESTEROS

"Estoy convencido de que pronto ustedes serán una fuerza de Gobierno". Esta frase lapidaria la pronunció Pablo Iglesias el pasado 29 de abril en el Congreso de los Diputados inmediatamente después de que Mertxe Aizpurua, portavoz de EH Bildu, pronunciase unas amigables palabras desde la tribuna. Y añadió: "Es realmente emocionante, su intervención ha sido hermosa". En estas expresiones admirativas y profundamente intencionales del vicepresidente segundo del Ejecutivo de coalición está la clave de la interpretación del pacto oculto entre el PSOE, Unidas Podemos y el partido radical abertzale para una imposible derogación "íntegra" de la reforma laboral del 2012.