Más de un centenar de manifestantes contrarios a la Guardia Civil se han manifestado este jueves en Calella para exigir la retirada del cuerpo policial de Catalunya en una marcha que ha coincidido con otra que ha congregado a decenas de personas en apoyo a la Benemérita.
Bajo el lema "Fem-los fora! (¡Echémoslos!)", grupos de Comités de Defensa de la República (CDR), la CUP y La Forja -entidad de la izquierda independentista- han convocado una marcha a las 19.30 horas que ha realizado un recorrido desde el Ayuntamiento hasta el cuartel de la Guardia Civil y ha obligado a cortar la N-II.
Al otro lado de la carretera y separados por un amplio dispositivo de los Mossos d'Esquadra, decenas de simpatizantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se han reunido para darles su apoyo con el lema "No estáis solos".
Cantando Manolo Escobar
Los simpatizantes de la Benemérita, entre los que se encontraban exconcejales del grupo municipal del Partido Popular, han ondeado banderas de Catalunya y España a la vez que cantaban el himno nacional y la canción de Manolo Escobar "Y viva España".
Por su parte, los manifestantes independentistas han reivindicado la expulsión de la Guardia Civil con motivo del segundo aniversario del 1-O, cuando varias dotaciones que ejercían de refuerzo policial para frenar el referéndum se alojaron en Calella y en Pineda de Mar.
"Después del 1-O la represión continuó más que nunca y todavía sigue. Calella y Pineda sufrieron la ocupación de centenares de agentes españoles y cargas ilegales que ni olvidamos ni perdonamos", han señalado los CDR en Twitter.
Los manifestantes antisistema también han cargado con maletas vacías que han dejado frente al cuartel para "invitar" así a los guardias civiles a que se marchen de Catalunya.
Manifiesto
Allí han leído un manifiesto con el que han criticado que "todavía quede un reducto de la represión del Estado", al que se han referido como "nostálgico, rancio y caduco" porque "usa todas las herramientas a su alcance para atemorizar, encarcelar y represaliar".
El pasado año unas 400 personas también llevaron a cabo una marcha en la localidad para protestar por las cargas policiales que se produjeron en algunos centros de votación de varios puntos de Cataluña durante el 1-O.
De hecho, en 2017 Calella fue escenario de gran polémica después de que algunos hoteles expulsaran a agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil alojados en la localidad y destinados a Cataluña para evitar la consulta soberanista.