NUEVO PARTIDO

Discrepancias en Lliga Democràtica por el acercamiento a sectores del PDECat

El partido discute el abanico de sus alianzas mientras diseña su programa electoral

Siguen las conversaciones con Lliures, Units y Convergents aunque aún no hay acuerdo

La que fuera número dos de Manuel Valls en el consistorio barcelonés, Eva Parera, junto al exprimer ministro francés. / RICARD CUGAT

El nuevo proyecto de centroderecha catalanistaLliga Democràtica, ya se ha encontrado con los primeros escollos. El diseño del ideario del partido conlleva una indisociable decisión sobre sus política de alianzas, algo que divide a los miembros del partido e impacta directamente en la elaboración de su programa electoral. El principal desencuentro surge a la hora de esbozar qué cabida podrían tener personas vinculadas -históricamente o actualmente- al PDECat, lo que para unos supondría un valor añadido y, para otros, una línea roja.

"Tenemos que ser lo más amplios posible", sostienen algunas fuentes propensas a admitir a personalidades moderadas de la posconvergencia que han renunciado a aventuras unilaterales, y abundan: "La frontera tiene que ser el PDECat".

Otras voces no quieren ni oír hablar de la entrada de personas vinculadas al partido heredero de CiU por su papel en el 'procés' y por la figura que representa el 'expresident' Artur Mas, ahora inmerso en negociaciones para reunificar esta esfera bajo las siglas de JxCat. "Es inaceptable que haya gente de este partido, porque sería blanquearlo. Son independentistas. Tenemos que apelar al votante del PDECat moderado pero no reforzar al PDECat", mantienen. Por el momento, ningún dirigente se ha ofrecido a formar parte de Lliga Democràtica de forma oficial y no participan en los encuentros de la plataforma.

Lo que todos los consultados dejan claro es que la eventual inclusión de miembros relacionados con el partido liderado por David Bonvehí no debe cambiar su posición sobre el conflicto catalán. En los próximos días cerrarán unas "condiciones de inscripción" en las que fijarán su posicionamiento sobre la relación entre Catalunya y el resto de España, sobre cómo referirse a los políticos presos, cómo abodar el 'procés' y también sobre el debate entorno al derecho a la autodeterminación. "Quien no las comparta no podrá adherirse al partido, por lo que se convertirá en un filtro a nuevas adhesiones", indican desde Lliga Democràtica.

En su manifiesto, ya dejan claro que apuestan por el blindaje del autogobierno y el estado de Derecho, y rechazan firmemente la independencia. Su propósito es "romper los bloques actuales y forzar nuevas alianzas" que desbanquen al independentismo del Govern.

Otras alianzas

También hay quien critica que miembros de la plataforma tengan intenciones de recuperar la "sociovergència", es decir, ser una fuerza que haga de nexo entre el PSC y JxCat, otro extremo que también levanta polvareda. "No vamos a hacer de muleta del PSC, sino que vamos a llenar un espacio no independentista al que el sistema de partidos actual no llega", defienden algunas fuentes, y subrayan que su naturaleza es "socioliberal" y "no socialdemócrata", aunque puedan coincidir en algunas propuestas. 

Algunos miembros de Lliga Democràtica se esfuerzan en acercar el espacio a personas vinculadas a Ciutadans y el PPC, para arañar votos a estos dos partidos "que han perdido fuelle" en Catalunya.

Otro de los escollos es acordar bajo qué fórmula pretenden aglutinar a Lliures, Units per Avançar Convergents. Algunas voces insisten en que las fuerzas citadas deben disolverse para entrar en su espacio, mientras otras consideran que no es necesario siempre que la marca consolidada adopte un perfil bajo y acaten lo que acuerden los órganos decisorios de Lliga Democràtica.

Las conversaciones siguen en marcha y todos los consultados coinciden en que el proyecto debe nacer "en conjunto con vocación de permanencia" y no como una "suma de partidos que acabe en confluencia".