La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, acudió este lunes a la Zarzuela para comunicar al Rey quiénes serán sus interlocutores en la ronda de conversaciones con grupos políticos que, próximamente, pondrá en marcha como paso previo a encargar la investidura presidencial. Además de Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Santiago Abascal -los últimos en ir a Palacio por ir la ronda del menor al mayor de los grupos- Felipe VI se verá con otra decena de diputados entre los que estará Laura Borràs, la portavoz parlamentaria de Junts per Catalunya que acudirá al encuentro con el monarca una vez que el Supremo ha denegado a Jordi Sànchez -propuesto inicialmente para entrevistarse con el jefe del Estado-permiso para ser excarcelado y acudir a la cita. "Yo misma iré a ver al Rey para recordarle de viva voz lo que seguramente el Supremo ha querido impedir, y es recordarle que en este reino tan bonito que le está quedando hay presos políticos", recalcó la dirigente catalana en los pasillos del Parlament.
Batet aguardó a que el tribunal hubiera despejado la incóngita sobre Sànchez antes de visitar a Felipe VI para, formalemente, iniciar los trámites previos a la elección de un presidente, descritos en el artículo 99.1 de la Constitución. Según argumenta el Supremo en el auto para responder a la solicitud del dirigente preso, un permiso para salir coyunturalmente de prisión por una causa como una reunión con el Rey no está incluido en los supuestos de la Ley penitenciaria. Además, subraya que el afectado por su decisión puede ser sustituido en la misión por cualquier otro miembro de la candidatura, como así ha sido.
La mencionada ley permite la excarcelación en casos como la enfermedad o fallecimiento de un familiar o alumbramiento de un hijo. Añade que el único inciso en el que podría encajar sería en la frase relativa a "importantes y comprobados motivos" que justificarían la salida de prisión. Pero, según el tribunal, esa 'importancia' debe vincularse a la excepcionalidad que conlleva conceder un permiso a un interno y no a la propia ronda de contactos de Felipe VI. Además, los magistrados reprochan a la defensa de Sànchez que les haya dirigido el escrito directamente, sin seguir el cauce habitual de interponerlo primero ante el centro penitenciario donde se encuentra. No obstante, ante la premura que requiere la respuesta, apuntan, se han pronunciado, provocando un cambio de fichas en Junts Per Catalunya. Desde ERC y Bildu ya se ha anunciado que, como en las últimas ocasiones, no piensan ir a Zarzuela.