NEGOCIACIONES DE INVESTIDURA

PSOE y Podemos rebajan el tono en busca del pacto

Los socialistas ofrecen a los morados que "designen" independientes en el Gobierno

Iglesias se muestra seguro de que habrá acuerdo y quita importancia a los ministerios

La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá. / JOSÉ LUIS ROCA

El PSOE y Podemos coincidieron este viernes en bajar el tono para no dinamitar la negociación de un acuerdo de investidura antes de que esta haya comenzado de verdad. Tras unos días de tensión por la resaca electoral, con Pedro Sánchez pidiendo a los morados que "reconsideren" su estrategia Pablo Iglesias amagando con no apoyar la reelección del líder socialista, ambas partes optaron por volver a tenderse la mano.

Primero, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, dejó como estaba la puerta que había abierto el día anterior el secretario de Organización de los socialistas, José Luis Ábalos. Sánchez, explicó Celaá en la Moncloa, está dispuesto a estudiar la entrada de independientes "designados" por Podemos en el futuro Ejecutivo. En todo caso, la coalición y la entrada de Iglesias como ministro siguen descartadas.

Poco después, en Sitges, donde participó en la reunión del Cercle d’Economia, Iglesias se mostró convencido de que habrá acuerdo con el PSOE y saldrá "bien". Tras concretar ante el empresariado catalán sus condiciones para el pacto (derogación de la reforma laboral, un ingreso mínimo de 600 euros, subidas de impuestos y jornadas de 34 horas semanales, entre otras), el líder de Podemos pidió "coherencia" a los socialistas. También insistió en una coalición "estable", pero añadió que el reparto de ministerios era "lo de menos".

Los tiempos

Los socialistas están seguros de que Iglesias no votará en contra de Sánchez, repitiendo su "error" del 2016, porque unos nuevos comicios profundizarían su desgaste. "Otras elecciones serían lamentables. Los resultados han sido lo suficientemente inequívocos como para que España no necesite otras elecciones -dijo Celaá-. Lo que se necesitan son acuerdos. En eso tenemos que tomarnos un tiempo".

Y tiempo hay. Esta vez es el PSOE quien maneja el reloj, a diferencia de otras ocasiones en las que tuvieron que buscar acuerdos con mucha más rapidez, como en la investidura frustrada de Sánchez o durante la moción de censura a Mariano Rajoy, el año pasado. Sus nuevos cálculos pasan porque la investidura, una vez despejado el horizonte autonómico y municipal, que corre más prisa, tenga lugar en la primera mitad de julio. En principio, la ronda del Rey con los líderes parlamentarios, paso previo al intento de Sánchez de ser reelegido, comenzará la semana que viene.