El presidente de Vox, Santiago Abascal, parece tenerlo muy claro: si PP y Cs quieren sus votos a nivel local y autonómico, tendrán que sentarse a negociar, a la misma mesa, con los de extremaderecha. "Es absolutamente imposible apoyar gobiernos de quien ni siquiera se quiere sentar a dialogar con Vox", ha sentenciado en su primera rueda de prensa tras las elecciones del 26-M. 

"Vox es imprescindible, absolutamente necesario", ha afirmado, este miércoles, antes de explicar que las urnas les han hecho claves en cuatro comunidades autónomas, en Ceuta y Melílla y en 20 capitales de provincias. Pero, ha vuelto a insistir: "Si no hay diálogo, será imposible que haya alternativas políticas a la izquierda". 

Un mensaje que parece más dirigido a los de Albert Rivera que, por el momento, no han decidido si buscarán a los radicales para formar gobierno, que para el PP de Pablo Casado, con quien Abascal ha reconocido que ha mantenido ya alguna conversación informal desde el domingo. 

Formar parte de los gobiernos

Lo que aún no han decidido en la formación de ultraderecha es si tratarán de entrar en los gobiernos autonómicos y locales o, por el contrario, los apoyarán desde fuera. La estrategia final la decidirá este jueves el Comité Ejecutivo de Vox que, además, conformará el comite negociador. Pese a todo, Abascal ha dejado caer que cuando uno no está dentro del gobierno, como ocurre en Andalucía, resulta muy "difícil velar por el cumplimiento" de lo acordado. 

Sitio clave para los de Vox es la Comunidad de Madrid. Sus votos serán decisivos en la conformación de un bloque de derechas tanto en el Parlamento autonómico como en el Ayuntamiento de la capital. No obstante, la alcaldesa en funciones, Manuela Carmena, ha anunciado que intentará ser investida nuevamente, pese a no obtener la mayoría. Abascal, ha recriminado a Cs que haya "resucitado" a la exjueza con sus titubeos y dudas. 

Falta de autocrítica

Ausencia total de autocrítica en las palabras de Abascal pese a haber perdido la mitad de los votos que recibieron en las elecciones generales -han pasado de tener 2,6 millones a 1,3-. El líder de Vox se ha limitado ha bromear con que "la autocrítica ya la hacen los medios de comunicación" y que no piensa contribuir a ello. Además, ha señalado la estrategia del PP de eregirse como el 'voto útil' como la culpable de su descenso en los pasados comicios.