Política de desinflamación

Borrell ve "casi imposible" que el independentismo catalán llegue al 65%

El ministro cree que para gobernar "hay que evitar en lo posible que el centro se apoye en los extremos"

El ministro de Exteriores, Josep Borrell, el 7 de febrero en Montevideo. / EFE

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación y candidato del PSOE a las elecciones europeas, Josep Borrell, considera que "no sirve de nada especular" sobre qué debería hacerse si el independentismo en Catalunya llegase al 65%, porque además cree que eso es "casi imposible" ya que "las encuestas en Catalunya demuestran que los partidarios de la independencia disminuyen". "De algo ha servido la política de desinflamación", ha señalado.

En una entrevista en Telecinco, Borrell se ha expresado así cuando se le ha preguntado por las palabras del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que opinó que, en tal caso, la democracia debería encontrar mecanismos.

Borrell, sin embargo, ha recalcado que los partidarios de la independencia llegaron a un "pico" del 48% y ahora están en el 40%, de manera que "de algo ha servido la política de desinflamación". Eso sí, ha reconocido que "los que todavía lo son están más radicalizados". A su modo de ver, lo que deberían hacer todos los partidos constitucionalistas es "entender que es una política de Estado evitar que el independentismo aumente".

Además, en un contexto en que las encuestas arrojan cifras de un 40% de indecisos, ha llamado a "abandonar el insulto y la descalificación" y a centrar la campaña en explicar cómo piensa cada uno gobernar. "Dejémonos de manos manchadas de sangre", ha afirmado.

El ministro ha insistido en que, "gobierne quien gobierne", el Tribunal Constitucional ha dejado claro que "cualquier pregunta que afecte a la integridad territorial del Estado se puede plantear, pero solo en el marco de una reforma de la Constitución", que recoge la unidad nacional y, por tanto no permite un referéndum de autodeterminación.

Diálogo, firmeza y argumentos

Según ha dicho, con el independentismo el Gobierno ha intentado hacer tres cosas y él cree que hay que seguir haciéndolas: diálogo, firmeza en la defensa de la Constitución y sobre, todo, argumentos para explicar que las supuestas ventajas de la independencia no son ciertas.

Preguntado entonces qué sucederá si el PSOE necesita los votos de partidos independentistas para gobernar, ha replicado que todo dependerá del reparto de escaños. Eso sí, ha reconocido que, personalmente, él cree que "hay que evitar en lo posible que el centro se apoye en los extremos". Y ha añadido que, para eso, la situación "es complicada porque han aparecido actores nuevos, algunos con mucha fuerza y otros que parece que la están perdiendo víctima de una desintegración territorial", en alusión a Podemos.

En ese contexto, ha tildado de "inexplicable" la posición de Ciudadanos, que se presenta como partido "de centro", de "excluir cualquier negociación con su ala izquierda". "Eso sitúa a un partido de centro fuera de juego, o le pone excesivamente a la derecha".

A su juicio, lo que los de Albert Rivera están intentando hacer es plantear "un espantajo" y que los votantes del PSOE piensen que éste solo podrá gobernar con apoyo del independentismo.

Las distitnas visiones del PSOE son "naturales"

Por otro lado, ha restado importancia a las distintas visiones en el seno del PSOE, porque considera "natural" que, sobre un problema complejo y "poliédrico", "distintos observadores en distintos momentos puedan emitir opiniones que puedan parecer no exactamente lo mismo".

En cuanto al programa electoral, ha justificado que no se hable de Catalunya afirmando que "no se dice nada distinto de lo que se dice del resto de las comunidades autónomas" ya que el sistema autonómico es el mismo para todas y el PSOE apuesta por "perfeccionarlo" frente a quienes quieren hacerlo retroceder, quitar competencias o aplicar el artículo 155 de la Constitución.