El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, atiende a EL PERIÓDICO a las puertas del desembarco del soberanismo en Madrid para protestar por el juicio del ‘procés’.
- Después de un mes de sesiones, ¿ve posible la absolución?
- Se ha evidenciado que es un juicio político y que la acusación no tiene por donde coger la rebelión y la sedición, ya que no ha habido violencia. Jordi Cuixart quiere salir de la cárcel pero con dignidad, habiendo avanzado en este conflicto, sin renunciar a nada. Ni nos planteamos un indulto. Solo aceptamos la absolución.
- ¿Mantiene que no se dan las garantías para un juicio justo?
- Se ha constatado que no porque a las defensas les han quitado la mayoría de testigos y pruebas, y a Vox no. Se está hablando de tuits, de si pudieron entrar o no unos bocadillos y de si un diseñador hizo una cosa u otra. Aún no hemos oído ninguna pregunta sobre tanques, armas y muertos que hubo en esta supuesta rebelión, porqué no los hubo. Marchena quiere ir de juez imparcial, pero no lo es porque se siente también atacado por el soberanismo.
- Dos testigos señalaron que Òmnium encargó los anuncios del 1-O.
- Hablaban de unos carteles que no tienen nada que ver con los del referéndum. La Guardia Civil ha entrado dos veces en nuestra sede, se lo ha llevado todo y no ha podido demostrar absolutamente nada.
- ¿Por qué una marcha en Madrid?
- Para alertar a todos los demócratas de España de que la defensa de la democracia pasa ahora por defender los derechos civiles y la autodeterminación de Catalunya. Ha sido el 1-O lo que ha llegado a cuestionar el régimen del 78. El Estado se ha sentido agredido y se está defendiendo. Y tampoco hemos despertado ningún fantasma, hemos evidenciado que la extrema derecha estaba bien viva, como lo hace también el feminismo. Después del soberanismo vendrán a por estos colectivos y hay que denunciar que un partido como Vox esté marcando la política española y que por eso vamos a unas elecciones.
- El 28-A responde al portazo de ERC y el PDECat a las cuentas. ¿No?
- No. Hubo una manifestación en Madrid de 45.000 personas, entre ellas gente de extrema derecha, que pedían que se terminara el diálogo y elecciones. Y la respuesta irresponsable del Gobierno fue convocarlas y levantarse de la mesa, dando alas a la extrema derecha. La Abogacía del Estado mantiene las mismas acusaciones que Vox, pero aún está a tiempo de retirarlas todas.
- ¿Cuál será la respuesta a una sentencia condenatoria?
- Estará a la altura de la magnitud de lo que significará la constatación del hundimiento del Estado de derecho y del ataque contra la sociedad civil. Como decía Cuixart: el derecho a manifestación se defiende manifestándose y el derecho la autodeterminación, ejerciéndola.
- ¿Y unas elecciones?
- Difícilmente pueden ser la respuesta a una sentencia. No me lo imagino. Provocan necesariamente la legítima confrontación de ideas, y lo que hay que poner en valor es que la mayoría quiere una solución política que pase por el ejercicio del derecho a la autodeterminación.
- ¿Se han establecido ya contactos para abordar una estrategia unitaria?
- Si no, estaríamos negligiendo.
- ¿Un Govern sin presupuestos puede «hacer república»?
- La represión política busca la división. Dicho esto, sigue habiendo un 23% de personas que viven bajo el umbral de la pobreza y esto es inadmisible. Claro que necesitamos un país que avance con un Govern y un Parlament fuerte. Es indispensable.
- ¿Qué opina de que ERC pacte con Bildu y no con el PDECat?
- Responde a las dinámicas de los partidos y a la forma como creen que pueden maximizar votos. Les pedimos unidad estratégica. Es imperdonable que, en vez de unidad, haya división, desconfianza e incapacidad de tejer complicidades.
- ¿En qué lugar deja a los independentistas que se asuma que la DUI no fue más que simbolismo?
- Quien tiene que dar explicaciones son los que no están sufriendo esta represión, los que la provocaron. Si había tanto tumulto, ¿por qué no hubo ningún detenido?
- ¿Cuántos socios ha ganado Òmnium desde el inicio de la vista?
- Unos 20.000 socios.