REUNIÓN EXTRAORDINARIA

La CUP rechaza presentarse a las elecciones generales

La militancia considera que "la acción política" de los anticapitalistas "no pasa por el Congreso"

Los fieles a la dinámica histórica del abstencionismo niegan que estas elecciones "sirvan para acelerar el proceso de ruptura con el Estado"

Los diputados de la CUP en el Parlament, Vidal Aragonés, Maria Sirvent y Carles Riera.

La CUP se ha sumergido este domingo en un debate inédito y trascendental para la formación anticapitalista: su concurrencia o no a las elecciones generales del 28-A. Los 'cupaires' han optado finalmente por mantener su tradición de no concurrir a los comicios estatales, pero lo han hecho después de una intensa discusión en una organización fuertemente dividida. La opción de concurrir al 28-A ha cosechado 20 votos a favor, 37 en contra y 4 abstenciones.

La militancia "ha votado que no es la opción prioritaria, que la acción política no pasa por el Congreso de los Diputados" y que "no se dan las condiciones necesarias para convertirse en una candidatura auténticamente rupturista y transformadora en el Estado español", ha señalado la portavoz del secretariado nacional, Mireia Boya, en declaraciones a los medios tras la reunión extraordinaria del consejo político. Los anticapitalistas, pues, se centrarán a partir de ahora en los comicios municipales del 26 de mayo y, en paralelo, abordarán "con más calma" el debate estratégico de cómo convertirse en un agente activo político en otro consejo político que se celebrará el próximo 23 de marzo.

Durante la reunión, en la que por primera vez se ha abierto la puerta a esta opción, las territoriales de Barcelona y Tarragona han sido las que se han mostrado más en contra de participar en el 28-A, frente a las del Maresme y Girona -donde Poble Lliure tiene más fuerza-, que eran más favorables a concurrir. Esta nueva decisión llega después de que el pasado diciembre los anticapitalistas también rechazaran ir a las elecciones europeas.

Partidarios y detractores

Los partidarios de dar el salto a Madrid, y figurar en escena como competidores de ERC y el PDECat, defendían que el contexto político actual empuja a la organización a instaurar un clima de "anormalidad institucional" también en el Congreso y el Senado, con un propósito claro de "bloquear la gobernabilidad" e introducir en ambos hemiciclos "el derecho a la autodeterminación". Veían estas instituciones como un altavoz para sus alegatos, pero aseguraban en su documento en que no entrarían en la "lógica parlamentaria" sino que apostarían por el "boicot" del nuevo curso político. Algunos apuntaban, incluso, a la posibilidad de dejar escaños en blanco. "Ni negociaciones, ni presupuestos ni aval para llegar a la Moncloa, que no nos busquen en eso", advertían algunas voces del partido favorables de participar en la contienda electoral. 

Los detractores, por su parte, hurgaban en los tradicionales argumentos para no oír hablar de otra campaña electoral en el calendario anticapitalista. "Supondría legitimar y entrar en la lógica de esta institución", mantenían otros, y aseguraban que el margen de maniobra en este escenario sería limitado y supondría un desgaste para la formación. Pero no solo eso. Creían que, si se apostaba por participar al 28-A, la campaña electoral torpedeará e invisibilizaría su apuesta histórica: las elecciones municipales. Asimismo, añadían las dificultades logísticas que conllevaría montar un equipo destinado a abarcar el trabajo que acarrea el día a día del Congreso y el Senado. A eso le suman su preocupación por mantener el pulso en las calles, un extremo en el que tratan de centrar esfuerzos.

Choque entre Endavant y Poble Lliure

Las organizaciones que componen la CUP pusieron en marcha la difusión de su postura a pocas horas del debate. Como ya suele ser habitual, chocaban. Dos almas, dos posicionamientos.

En un comunicado, Poble Lliure apostaba por participar en el 28-A porque "el pueblo catalán ha demostrado en los últimos meses un alto nivel de conciencia en favor de una república catalana independiente, que contrasta con las líneas sostenidas por las direcciones de algunos partidos que pretenden representar al independentismo y adoptan un discurso reformista inviable". En este sentido, llamaban a representar "un voto sólido y útil para la ruptura", frente a la papeleta posconvegrente y republicana, que ponga "en el centro de su acción política el reconocimiento del derecho de autodeterminación". Por su lado, Endavant-OSAN desechó que concurrir a las generales sirviese "para acelerar el proceso de ruptura con el Estado".

Pirates de Catalunya y Lucha Internacionalista también se pronunciaron a favor de idear una papeleta para el Congreso y el Senado.

Espacio electoral vacío

En todo caso, todos coincidían en dibujar un espacio electoral vacío, debido a su tradicional apuesta por la abstención y el seguimiento estricto de sus votantes más fieles. Algunos insistían en llenarlo con un rostro mediático como cabeza de lista.