El Gobierno ha salido a defender a los tribunales españoles tras el bofetón que implica la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) conocida este martes, que concluye que el líder abertzale Arnaldo Otegi no tuvo un proceso justo. El Ejecutivo todavía no ha desvelado si recurrirá el fallo de Estrasburgo, pero defiende la credibilidad de la justicia en España e insiste en que multitud de partidos a lo largo de la historia han recibido algún varapalo del TEDH.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que la justicia española "merece todo el respeto" y no ha sido cuestionada por este fallo. "¿Cómo va a estar en entredicho? Somos el país donde menos asuntos son objeto de debate. Donde en menos ocasiones el TEDH ha dicho que se han vulnerado los derechos fundamentales", ha opinado. El titular de justicia ha hecho referncia a una reciente sentencia en la que Estrasburgo "dijo en materia de acumulación de condenas que no había ninguna vulneración de derechos fundamentales".
Marlaska ha justificado que "si estuviera puesto en entredicho la justicia española estaría puesta la justicia de los 47 países que formamos parte de Europa porque a todos los países en distintas sentencias se ha dicho que en alguna ocasión han podido vulnerar en mayor o menor medida algún derecho fundamental"
El titular de Exteriores, Josep Borrell, ha preferido no valorar la decisión. "Las sentencias nos pueden gustar más o menos pero hay que respetarlas", ha señalado.
Paralelismo con el 'procés'
La respuesta del Gobierno llega después de que los independentistas tracen un paralelismo entre el caso de Otegi y el de los dirigentes del 'procés'. "Les exigimos la libertad de todos los encausados, y más tras conocer la sentencia del tribunal de Estrasburgo para dejar de robarles sus vidas", ha exigido este martes el portavoz del PDECat, Josep Lluís Cleries, al Gobierno en la sesión del control del Senado.
La vicepresidenta ha pedido al representante catalán que abandone la retórica inflamada y se ciña al Estado de derecho, en lugar de avivar la competencia entre las fuerzas separatistas para ver quién lidera el 'procés' en Catalunya.
"Lo que han hecho es llevar a su tierra a un ligar imposible, en una gincana a ver quién era más independentista", le ha respondido Carmen Calvo, quien ha acusado al posconvergente de beneficiarse con la "utilización partidaria de los catalanes".
La tensión se ha elevado en el pleno del Senado con la intervención del PP. Los conservadores ha exigido a los socialistas que expulsen a su portavoz en la Cámara Baja, Ander Gil, por las reflexiones que hizo sobre el mitin de Ciudadanos en Alsásua el pasado fin de semana. Calvo ha defendido a Gil con un respaldo "absoluto" y ha pedido al PP que "deje de usar a las víctimas de ETA, a los cuerpos de seguridad del Estado, a la bandera y a los símbolos". "No les pertenecen", ha protestado Calvo.