Irlanda proclamó su independencia en 1916. Y esta se hizo efectiva en 1921. Ese es uno de los ejemplos que el independentismo pretende trasladar a sus propios, para insuflar moral, y a los extraños, a modo de advertencia. Este sábado se ha cumplido un año de la DUI del Parlament. Y Catalunya sigue echando la mirada atrás. Conmemorando lo sucedido hace un año y, a la par, repasando sus más mínimos detalles. Por delante aun queda por rememorar el encarcelamiento de medio Govern, el próximo día 2 antes de afrontar el gran repaso al otoño, ese sí, caliente del 2017: el macro-juicio al ‘procés’. Pero empiezan ya a detectarse movimientos de aquellos que son conscientes que más pronto que tarde habrá que salir de este estado de shock.
Cierto es que estos días invitan a la inflamación para consuelo de la propia parroquia y que tras la llegada de Pedro Sánchez se han ido tejiendo puentes entre Madrid y Barcelona, pero no se puede despachar sin más que, por ejemplo, el ‘president’ Quim Torra haya aseverado que mantiene el objetivo de una república y que "volver atrás no es una opción".
Que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) redoble su agit-prop en aniversarios como el de este sábado es lógico. Pero tampoco debe de obviarse que su presidenta, Elisenda Paluzié, llame al Govern a prepararse para escenarios de “no negociación” con el Estado.
Es habitual que la CUP indique que su vía para los próximos meses pasa por una estrategia de ruptura democrática con el Estado, pero significativo que abogue por un "nuevo ciclo de organización popular y movilización que conduzca de nuevo al ejercicio del derecho a la autodeterminación".
Dicho de otro modo, el independentismo, un año después, no da por cerrado o acabado nada. Sino que se refleja en otros ejemplos, como puede ser el irlandés.
Y es que Torra ha señalado que el Govern se siente "absolutamente ligado y obligado" a esa DUI, porque "hemos venido a hacer exactamente esto, construir un Estado", a hacerla efectiva."Este año que nos separa de esa fecha histórica no ha transcurrido como queríamos” ha concedido el ‘president’ en su declaración institucional, ya que “todo el peso represivo del Estado cayó sobre el Govern legítimo y democrático, sobre los máximos dirigentes de entidades civiles y contra centenares de ciudadanos", ha denunciado.
Tras recordar que otros países han pasado por un periodo "difícil entre la declaración de independencia y su realización efectiva", Torra ha asumido que no será “fácil, pero volver a atrás no es una opción".
Y entre esa dificultad, en el caso catalán, está, claro está, la situación de los presos. Jordi Cuixart y sus tres vicepresidentes en Òmnium firmaron una carta en la que han aseveran que no renunciarán al derecho a la autodeterminación y que harán del juicio del Tribunal Supremo “un nuevo altavoz internacional que denuncie los déficits democráticos" y que será una palanca para la república catalana.
Herederos orgullosos del 155
Este sábado, sin embargo también ha sido el aniversario de la aplicación del artículo 155 de la Consttitución. Y en esta trinchera constitucionalista también ha habido conmemoración. El líder del PP, Pablo Casado, en su eterno derbi con Ciudadanos por hacerse con el espacio de centroderecha, ha reivindicado la "herencia" de la aplicación del 155 en Catalunya con el Gobierno de Mariano Rajoy y la "legitimidad" de su partido para pedirlo de nuevo.
Su archirrival, Albert Rivera, más que anclarse en lo sucedido hace un año ha preferido mirar al futuro y, por eso, ha propuesto a su fuerza, nada menos que como "aglutinante, casa común del constitucionalismo del siglo XXI" para hacer frente al independentismo y al populismo.
Ambos líderes conservadores sí coincidieron en atizar duramente al presidente del Gobierno Pedro Sánchez. "Si no fuera por el PP, España no sería lo mismo", ha insistido el líder popular, quien también ha advertido de que el PSOE no puede seguir "haciendo equilibrismos" con los separatistas y con los partidos que le han apoyado para llegar a la Moncloa.
Ha acusado al Ejecutivo de contradecirse al apoyar por un lado una iniciativa parlamentaria que debatirá la supresión del delito de injurias al rey y por otro recurrir ante el Constitucional la reprobación del Parlament a Felipe VI."No se puede soplar y sorber al mismo tiempo. O se está con el rey o se está con Puigdemont;
Rivera ha centrado los ataques a Sánchez en señalarlo como “abogado defensor de los que quieren liquidar al Estado", que más tarde ha concretado en la persona de Oriol Junqueras. Asimismo, el líder naranja ha añadido que Sánchez ha hecho "el pacto de la cárcel" por negociar los presupuestos con los partidos independentistas a cambio de indultos, según él.