Jair Bolsonaro, el candidato a la presidencia de Brasil y conocido ultraderechista, no solo se viene recuperando en un hospital de Sao Paulo tras ser apuñalado en un mitin el jueves pasado, también lo hace su popularidad.
El apoyo del candidato del Partido Social Liberal (PSL), ha crecido dos puntos porcentuales desde la última encuesta de Datafolha, divulgada el pasado agosto, mientras que el número de personas que no votaría por él en ninguna circunstancia pasó del 39 al 43 %. En resumen, Bolsonaro lidera con el 24 % de intención de voto.
Bolsonaro se ha situado al frente de la disputa electoral después de que la justicia vetara la candidatura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción, pero perdería ante cualquiera de sus adversarios en una segunda vuelta.
La encuesta, publicada el lunes por Datafolha y con un margen de error de dos puntos porcentuales, presenta un escenario indefinido a menos de un mes para los comicios y con un empate técnico en segundo lugar entre cuatro candidatos.
Ciro, su más cercano competidor
Según el sondeo, efectuado con entrevistas a 2.048 personas el 10 de septiembre, por detrás de Bolsonaro se encuentra el laborista Ciro Gomes, cuya intención de voto pasó del 10 % al 13 %.
El apoyo a la ambientalista Marina Silva, por su parte, cayó del 16 % en la anterior encuesta de Datafolha al 11 % actual, mientras que el del socialdemócrata Geraldo Alckmin subió un punto porcentual hasta el 10 %.
Ya Fernando Haddad, exalcalde de Sao Paulo y quien este martes será probablemente oficializado como sustituto de Lula en la carrera electoral tras la inhabilitación del exmandatario, saltó cinco puntos porcentuales y pasó del 4 % al 9 %.
Con un 3 % de intención de votos se sitúan Alvaro Dias, de Podemos; el banquero Joao Amoedo y el exministro de Hacienda Henrique Meirelles, del Movimiento Democrático Brasileño del presidente Michel Temer.
De esa forma, según la nueva encuesta de Datafolha, la primera de esta firma que deja fuera del pleito a Lula, el ultraderechista recibiría la mayor cantidad de sufragios en la primera vuelta de las elecciones de octubre y perdería en la segunda vuelta ante cualquier rival.
Bolsonaro, firme defensor de la liberación de las armas en Brasil y con un historial de declaraciones homófobas, machistas y racistas, sería derrotado en la segunda vuelta por seis puntos porcentuales por Marina Silva, por diez puntos porcentuales por Alckmin o Ciro Gomes y por un solo punto porcentual frente Haddad.
Algunos analistas políticos creían que la conmoción causada por el atentado ampliaría la ventaja de Bolsonaro en las encuestas electorales, pero su apoyo solo ha crecido levemente pese a estar convaleciente en el hospital.