La unidad 'política' de la policía catalana había elaborado un documento clasificado como "secreto" sobre los escenarios en Catalunya al día siguiente del referéndum del 1 de octubre, que también intentaban destruir. Bajo el título, "Proyección de escenarios en relación a los días posteriores al 1 de octubre", los agentes de información de los Mossos evaluaban ocho posibles situaciones que podían darse en Catalunya.
La primera era que hubiera "acciones policiales, inhabilitaciones y detenciones de cargos públicos de la Generalitat de Catalunya". La segunda, que se produjera "la detención de alcaldes del Independentismo Revolucionario (sic) citados judicialmente", en alusión a ediles de la CUP que desoían los llamamientos judiciales.
El análisis de inteligencia contemplaba también la "ocupación permanente del espacio público" y que pudieran surgir en las calles catalanas "dinámicas de violencia provocada por colectivos antagónicos o por el Estado" (en negrita en el original). Los Mossos preveían como escenario probable la "Declaración Unilateral de Independencia (DUI)" y que esta conllevara la "ilegalización de formación política" como un sexto escenario.
El informe secreto concluía con el posible choque de dos movimientos antagónicos en las calles. El séptimo escenario iba a ser la "convocatoria de huelga general" por parte de los independentistas, y el octavo, una probable "manifestación multitudinaria en defensa de la Constitución durante el Día de la Hispanidad".