Minutos después de que el juez Pablo Llarena haya ordenado su detención si pisa suelo español, Anna Gabriel ha concedido una entrevista a TV-3 en la que ha reclamado que se termine la "excepcionalidad que hay en Catalunya, se archive la causa y que todas las personas que estamos fuera podamos volver". "Se nos aplica un delito penal de enemigo", ha denunciado la exdiputada de la CUP.
"Se nos quiere liquidar y humillar, hacer un ejemplo de nosotros", ha añadido Gabriel, que ha optado por seguir la misma estrategia del 'expresident' Carles Puigdemont al marcharse fuera de España y evitar comparecer ante el magistrado del Tribunal Supremo.
La exparlamentaria 'cupaire' ha justificado su decisión en la estrategia de internacionalizar la causa independentista y "contribuir a denunciar la falta de derechos básicos". Además, ha añadido que el hecho de que su compañera de partido Mireia Boya saliera el lunes en libertad tras declarar ante el juez del Supremo no suponía una garantía de que a ella le sucediera lo mismo. "Se nos juzga por lo que somos y por lo que pensamos. Se está trabajando para convertirnos en culpables y para que la prisión sea una cosa normal", ha destacado.
Asilo político
"Queremos poner un espejo al Estado español y a su judicatura, queremos poner en evidencia que se nos persigue por una cuestión estrictamente política. No ha habido una rebelión armada y violenta y los delitos que se nos quieren atribuir no existen", ha insistido Gabriel. La exdiputada de la CUP ha condicionado sus próximos pasos, tanto a nivel judicial como personal, a las decisiones que tome el juez Llarena. En este sentido, ha reiterado que si el magistrado presenta una demanda de extradición, no descarta solicitar asilo político en Suiza.