MEMORIA HISTÓRICA

Saludos fascistas: tolerados en España, delito en Alemania e Italia

La fundación Hitler no existe, mientras que la de Franco se financió con dinero público

El homenaje franquista al suegro de Gallardón podría haber terminado en prisión en suelo alemán o italiano

Un grupo de hombres con el brazo en alto han entonado el himno falangista para despedir a Utrera Molina. / periodico

El Estado alemán pagó, entre el 2000 y el 2003, 150.000 euros a la Fundación Adolf Hitler. Un exministro de Justicia, que no incluyó la apología del fascismo como delito en la reforma del Código Penal, asistió al funeral de su suegro, un exdirigente nazi, en el que se hicieron saludos fascistas, se cantó el hinmo nazi y se lanzaron vivas a Hitler. La mujer del exministro escribió una carta en la que afirma que tiene la "intención de seguir haciéndolo y de defender a los que lo hagan".

La fundación dedicada al 'führer' no existe y nada de lo anterior ha pasado en suelo alemán, pero si cambiamos Hitler por Francisco Franco, esta es la realidad en España. Mientras que en Italia Alemania hacer el saludo fascista es un delito, la legislación española da barra libre a la exhibición de símbolos de la dictadura. José María Aznar financió a la Fundación Francisco Franco y Alberto Ruiz-Gallardón fue testigo de la glorificación del franquismo en el funeral de su suegro, el ministro franquista José Utrera-Molinahomenaje que la esposa de Gallardón reivindica.

Cuando era ministro de Justicia, Gallardón impulsó la reforma del Código Penal, que en el artículo 18 señala que "la apología [de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor] solo será delictiva como forma de provocación y si por su naturaleza y circunstancias constituye una incitación directa a cometer un delito". Es decir, vitorear a Franco, su régimen del terror o hacer el saludo falangista, como se hizo ante Gallardón en el funeral de Utrera-Molina, no es delito (como ha vuelto a constatar la Fiscalía al desestimar la denuncia de Podemos por el entierro del exministro franquista); por contra, hacer bromas en Twitter sobre el asesinato de Luis Carrero Blanco, heredero del dictador, puede costar hasta tres años de cárcel por "enaltecimiento del terrorismo" y por "humillación a las víctimas", de acuerdo con el artículo 578 del CP.

Desalojo de alborotadores en el Parlament / ALBERT BERTRAN / VÍDEO: ACN

Mientras que en Alemania sería impensable que hubiera un bar Adolf en el que se exhibiera impunemente todo tipo de simbología nazi, en España el Ayuntamiento de Almuradiel (Ciudad Real) le ha puesto una calle al fundador de Casa Pepe, en el que, entre todo tipo de parafernalia franquista, puedes comprar vino Franco con la imagen del Caudillo y el lema "no se os puede dejar solos". En cambio, la policía alemana detuvo el pasado septiembre al propietario de un bar en Baviera por tener botellas de vino con la cara de Hitler. La condena podría elevarse a hasta tres años de prisión.

"Alemania es un país serio y aquí sigue habiendo restos de fascismo a nivel simbólico, cultural y político", sentencia Joan J. Queralt. Catedrático de Derecho Penal de la Universitat de Barcelona (UB), considera "sorprendente que de las manifestaciones fascistas no llegue ningún atestado a los juzgados". Y pone el ejemplo del hecho de que haya habido detenciones y multas por exhibir 'estelades' en estadios y no por mostrar banderas franquistas y nazis o porque en algunas manifestaciones se soltaran proclamas como "Carod-Rovira al paredón".

Eso sí, no le sorprende que la reforma del Código Penal de Gallardón no siguiera el ejemplo de Italia o Alemania. "Lo extraño sería que un vegano recomendara comer carne. Si eres vegano, no harás un restaurante de carne. Para esta gente el franquismo no fue una anomalía", reflexiona. En este sentido también le parece lógica la actitud de Gallardón en el funeral de su suegro: "Es coherente; si impulsa un Código Penal y una ley mordaza no solo conservadora, sino que también autoritaria y antidemocrática, lo lógico es que se comporte así".

Hasta cuatro años de prisión en Italia

Sobre el saludo fascista, no se puede proceder al arresto de oficio, sino que debe mediar una denuncia y proceso relativo. El Supremo dictaminó también que no es necesario que "el gesto [el saludo fascista] esté acompañado con aspectos violentos", porque la ley "tiene el papel de tutela preventiva", por lo que "de por sí" el saludo romano justifica la condena.

Alemania, persiguiendo la herencia nazi

Pero a pesar de ese fuerte estigma social que persigue a los alemanes la desnazificación de la posguerra no fue completa y aún quedan nostálgicos del Reich. Prueba de ello son el reciente escándalo en el ejército alemán, un cuerpo público que aún arrastra esa herencia en conmemoraciones vigentes a las tropas nazis, o los deslices del sector más radical del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Palabras como las de Bjorn Höcke, quien lamentó el sentimiento de culpa alemán asegurando que el monumento a los judíos de Berlín era a la "vergüenza", aún dan votos. Queda trabajo.

Francia, sanciones en función del contexto

En definitiva, en Francia no se castiga el gesto en sí, sino que es el lugar donde se realiza el saludo el que determina la naturaleza del delito. Pese a las quejas reiteradas de las asociaciones judías francesas es, por tanto, inútil denunciar a alguien que hace en la calle un saludo que consideran ofensivo. De ahí que el polémico humorista Dieudonné no haya sido nunca condenado por su ‘quenelle’, un gesto típico en sus espectáculos que evoca sin serlo el saludo nazi, y sí por frases consideradas antisemitas o de incitación al odio.