El mismo día en que el Gobierno central aprobó su proyecto de ley de Presupuestos, Soraya Sáenz de Santamaría, en calidad de responsable de los asuntos territoriales y singularmente de la 'carpeta catalana', fue la encargada de anunciar la interposición de un recurso contra las cuentas de la Generalitat por incluir partidas destinadas al referéndum y de explicar sus pormenores. No será la única demanda que estudie el Tribunal Constitucional (TC), puesto que el PSOE, por un lado, y PP y C's, por otro, harán en breve lo mismo. Pero como destacó la vicepresidenta, el Ejecutivo tiene la facultad de reclamar la suspensión inmediata de los artículos impugnados.

Y así lo hace, pero el recurso del Gabinete de Mariano Rajoy también abre otra vía más drástica, pues sienta las bases para una actuación penal contra el Govern de Junts pel Sí. La Moncloa solicita al TC que notifique “personalmente” su providencia al 'president', Carles Puigdemont, a todos los 'consellers', así como a los secretarios del Govern y de Vicepresidència, a la interventora general de la Generalitat, al director de contratación y al director general de Presupuestos.

Además, pide que se les advierta de su deber “de impedir o paralizar cualquier iniciativa que suponga ignorar o eludir la suspensión” que se decrete y que se “abstengan” de adoptar acuerdos que para disponer de las partidas impugnadas o de hacer remiendos para sufragar el referéndum por otras vías. “Todo ello con el apercibimiento de las correspondientes responsabilidades, incluso penales”, según enfatizó la vicepresidenta.

LOS PRECEDENTES

No es la primera vez que el Gobierno esgrime la vía penal ante el TC para amenazar a los dirigentes independentistas. En sus últimos fallos, el alto tribunal ha advertido al 'president' y a otros cargos, como la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, de las consecuencias de sus posibles desacatos. No obstante, sí es la primera vez desde el verano que el recurso se dirige contra un acto impulsado por Govern, y no por el Parlament, con lo que, si Puigdemont o sus 'consellers' desobedecieran, las responsabilidades recaerían sobre ellos.

El Ejecutivo y el TC quieren curarse en salud, especialmente después de que tanto Artur Mas o Francesc Homs hayan alegado desconocimiento sobre las consecuencias que acarrea incumplir las prohibiciones en sus respectivos juicios por el 9-N.

El recurso gubernamental se dirige contra la disposición adicional 40 y tres partidas “relativas a procesos y consultas populares y procesos de de participación”. La vicepresidenta hizo hincapié además en el “desconcierto político y jurídico” que ha provocado que se hayan incluido en el proyecto dos enmiendas contrapuestas, la de la CUP, que apuesta por una consulta unilateral, y la de Catalunya Sí que es Pot, que pide un referéndum pactado con el Estado.

EL HARTAZGO

“Demuestra que además de no respetar las leyes, tampoco respetan el derecho parlamentario”, sentenció. Asimismo, recordó que tanto el Consell de Garanties Estatutàries como los letrados del Parlament ya han advertido de la inconstitucionalidad de las partidas destinadas a sufragar una consulta que, como argumenta la Abogacía del Estado, vulnera la competencia exclusiva del Estado.

Por todo ello, Santamaría solicitó a la Generalitat que abandone su hoja de ruta y se siente a dialogar sobre problemas como el que afecta a Rodalies (Fomento reforzará su estructura en Catalunya para coordinar actuaciones), teniendo en cuenta dos factores: que las encuestas, en referencia a la última del CEO, reflejan “el hartazgo hacia un 'procés' que no conduce a ninguna parte”, y que la escena internacional da la espalda al independentismo. “Nunca nadie ha hecho tantos kilómetros para andar tan poco”, señaló con ironía.

Precisamente Puigdemont, en su última jornada en Estados Unidos, aseguró que “plantará cara” al recurso y que el Gobierno, “aun poniendo palos en las ruedas, no podrá evitar” la celebración del referéndum. Asimismo, recordó que “tiene un amplio margen de maniobra” y que su competencia para convocar elecciones “no está suspendida”. En cuanto a los apercibimientos, afirmó que no hacen más que “agravar el problema”.