Acabó "harto" de ser criticado por el debate con Oriol JunquerasOriol Junqueras allá por septiembre del 2015, una eternidad en términos del 'procés', pero ha vuelto a hacerlo. José Manuel García-Margallo ha protagonizado este martes otro cara a cara sobre la independencia de Catalunya y lo ha hecho frente a Artur Mas en el Ateneo de Madrid.

A la entrada al edificio, una cincuentena de ultras recibieron con insultos a los dos, al expresidente catalán y al exministro de Exteriores. Al primero le atacaron por querer romper España y, al segundo, por "traidor". "¡Payaso!", le gritaron por prestarse a hablar con el supuesto enemigo. "Jamás he rechazado el diálogo", se defendió Margallo ya ante el micrófono y el medio millar de personas que llenaron el auditorio.

Ya fuera del Gobierno de Mariano Rajoy (en parte por ser un verso libre en muchos temas, también en el catalán), el ahora diputado por Alicante parafraseó a Unamuno para definirse como español de profesión, defendió la unidad del país y censuró que los soberanistas intenten saltarse la ley. Margallo recordó que el rey Juan Carlos se cuidó mucho de que se pasara de la dictadura a la democracia "de la ley a la ley" y, en ese contexto, planteó que "si se quiere reformar la Constitución" se haga por los "procedimientos marcados".

Mas recogió el guante y, aunque dudó de que sea la solución, reclamó a Rajoy que la presente. "Debería ser iniciativa vuestra. Si consideran que es una opción, pongan encima de la mesa una reforma constitucional", planteó el antiguo dirigente de CDC, que denunció que la actual Carta Magna ha perdido "legitimidad" entre una "parte significativa" de la sociedad catalana. El 'expresident' agradeció poder hablar "sin intermediarios" de "un reto democrático, pacífico y una realidad tozuda a la que el Estado tiene que responder, pero no a través de los tribunales". También recuperó la alternativa del 'devo-max' ("devolución máxima de poderes", fue la traducción utilizada por Mas) que se planteó en Escocia. "Eso también se podría producir", apuntó. 

Margallo basó parte de su exposición en el hecho de que los independentistas planteen "cosas irrealizables", como que ese Estado catalán formaría parte de la Unión Europea (UE). "Es una apuesta muy arriesgada proponer a un pueblo que vaya a un suicidio así", sentenció el extitular de Exteriores, que destacó la situación económica en la que quedaría, "con los mercados cerrados y un bono basura".

El presidente del PDCat hizo oídos sordos a ese espectáculo "dantesco", porque en los últimos años han surgido "más de 50 estados nuevos". "Defendemos que el referéndum no es el problema, sino la solución. Sobran vetos y faltan votos", afirmó.

Con la operación diálogo estancada, por ahora solo queda esto: diálogo entre 'ex'.