Antoni Vives, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona durante el mandato de Xavier Trias, comienza a erigirse en uno de los grandes protagonistas de la cuarta fase de la operación contra la trama del 3%. Aparte de las actuaciones que pudieran implicar supuestamente a CDC, los investigadores están indagando si el exresponsable de Urbanismo del consistorio de la capital catalana se llevaba comisiones ilegales a espaldas de su propio partido.
Investigado por la supuesta contratación fraudulenta de personalcontratación fraudulenta en la agencia metropolitana Barcelona Regional, la justicia también sigue el rastro a Vives por si estuviera implicado en un supuesto caso de corrupción relacionado con la compra de Marina Port Vell y el proyecto para instalar un embarcadero de lujo para megayates. Hasta la Oficina Antifrau de Catalunya investiga si la compra de la Marina Port Vell en el 2010 a cargo del fondo británico de inversión Salamanca no es más que una actuación a través de una sociedad pantalla de la que al final quienes sacan beneficio son varios oligarcas rusos con inversiones radicadas en paraísos fiscales. A finales del 2015, Vives, ya fuera de la política, constituyó la consultora City Transformation Agency, dedicada a asesorar empresas y administraciones públicas. La socia de Vives en esta compañía es la que fue su directora de proyectos, Maria Sisternas, con quien impulsó, entre otras, la reforma del Port Vell.