Dos hombres entre bambalinas

Francesc Sanchez ejecutó tareas de 'fontanería' como abogado, entre ellas organizar el congreso 'hara-kiri' de CDC

Andreu Viloca sucedió a Daniel Osácar como tesorero, tras la caída en desgracia de este por el 'caso Palau'

Francesc Sanchez y Andreu Viloca.

La cuarta fase de la investigación del ‘caso 3%’, sobre el presunto pago de comisiones ilegales a la antigua Convergència, ha situado bajo el foco policial a 18 detenidos, algunos de los cuales habían mantenido una estrecha relación con Artur Mas. Estos son los perfiles de dos de los nombres más llamativos que se han visto salpicados por la operación de la Guardia Civil.

FRANCESC SANCHEZ (Sant Boi, 1971) 

Abogado de profesión, Francesc Sanchez (le gusta escribir su apellido sin acento) anduvo por los círculos cercanos a Oriol Pujol hasta que decidió desmarcarse de él cuando el ‘caso ITV’ forzó que el vástago del ‘expresident’ se retirara de la política, en el verano del 2014. Desarrolló varios trabajos de fontanería para el partido, como por ejemplo, ser el enlace con Jordi Pujol padre cuando este confesó haber delinquido. Después de que en enero del 2016 Josep Rull abandonara el cargo de coordinador general de CDC para convertirse en ‘conseller’ del Govern, Sanchez, coordinador de régimen interno y comunicación del partido, pasó a ser el hombre fuerte de los convergentes. Artur Mas le eligió para pilotar los preparativos del congreso eutanásico de Convergència y  fundacional del PDECat, el pasado mes de julio. Después del cónclave, y como había anunciado, se apartó de la dirección del PDECAT. Entre las funciones que desempeñaba Sanchez en la última dirección de CDC también estaban las de coordinar los servicios jurídicos de la formación, por lo que ejercía de portavoz ante las causas judiciales que salpicaban a cargos del partido. De hecho, en tanto que abogado de CDC, ahora que está reducida a la mínima expresión, en parte, por los procesos abiertos contra el partido, Sanchez es el representante jurídico de Convergència. El que tiene la firma, por así decirlo.

ANDREU VILOCA (Barcelona, 1949)

Andreu Viloca fue el sucesor, como tesorero de CDC, de Daniel Osácar, cuando este, caído ya en desgracia por el estallido del ‘caso Palau’, se jubiló en diciembre del 2010. Había llegado a Convergència desde la cúpula directiva del Col.legi de Metges de Barcelona y rápidamente se convirtió en la mano derecha de Osácar. Profesionalmente, Viloca hizo carrera como cargo directivo en una entidad propietaria de un hólding de 15 empresas con intereses en distintos sectores, entre ellos, inmobiliarios, de las finanzas y los seguros. Junto con la tesorería, Viloca heredó de Osácar, también, la administración de las fundaciones CatDem y Nous Catalans.

El 28 de agosto del 2015 asistió, en la segunda fase de la operación Petrum, impertérrito a las cinco horas de registro de su despacho por parte de la Guardia Civil, en tanto, precisamente, que administrador de la CatDem, heredera, a su vez, de la fundación Trias Fargas. En esas cinco horas, Viloca solo interrumpió una vez a los agentes y fue para pedir tabaco. Una muestra del carácter del extesorero que le ha mantenido, mientras él ha podido, alejado del ojo público.

Un par de semanas después, Viloca salió de la prisión de Quatre Camins de que la Audiencia Provincial de Tarragona decretara su libertad con una fianza de 250.000 euros. Convergència Democràtica depositó en el juzgado  un cheque por esa cantidad para cubrir la fianza.