'Mamihlapinatapai' es, según el Libro Guiness de los Récords, la palabra más concisa del mundo. El término, que usan los indígenas yámanas de Tierra del Fuego, se refiere a "una mirada entre dos personas, cada una de las cuales espera que la otra comience una acción que ambas desean pero que ninguna se anima a iniciar". Ha habido muchos 'mamihlapinatapais' en los últimos meses en la izquierda alternativa. ICV, Podem, EUiA y Barcelona En Comú se han mirado de reojo antes de tirarse a la piscina de En Comú Podem, una confluencia que todos los actores desean, pero todos son conscientes de que entraña muchos riesgos.  

En este proceso todas las miradas buscan a Xavier Domènech, hombre de consenso en un contexto de recelos en la sinuosa senda de pasar de marca electoral a alianza fija. Capitán de la doble victoria de En Comú Podem en las elecciones generales en Catalunya y arquitecto de la confluencia, ha ofrecido este jueves una conferencia en la que ha desgranado las bases de la nueva apuesta de los 'comuns' para convertirse en una "alternativa real" a Convergència.

"No somos la versión 2.0 de cualquier espacio anterior, ni sencillamente solo aire fresco. Surgimos de una nueva época histórica (...) que impone una serie de retos absolutamente nuevos. Somos nuevos, pero no novatos", ha explicado tras poner en valor los éxitos logrados en el último ciclo electoral. 

La conferencia, títulada 'Reflexiones para una Catalunya en común' y que ha dejado pequeño el Ateneu Barcelonès (150 personas se han quedado fuera), ha sido el pistoletazo de salida del proceso de construcción del nuevo partido, que culminará a finales de marzo con una asamblea constituyente.

Tras denunciar que "la socialdemocracia como tal ha fracasado porque aceptó que el modelo natural era el neoliberal, que nos ha llevado a la crisis actual", ha pedido acabar con la hegemonía neoiberal que encarna la Convergència de los recortes. "Hay que derrotar la hegemonía neoliberal instalada en nuestro país. Construir una hegemonía nueva, la de los 'comuns, política, cultural, social y económica". Frente a la idea de una Catalunya como un Estado-nación del siglo XIX

que considera que defienden algunos partidos nacionalistas, él apuesta por una nación-red del siglo XXI. "La construcción real de Catalunya es la forma de construcción de todas las soberanías", ha dicho el historiador ante la mirada de Joan Tardà. El republicano ha seguido atentamente el discurso, al igual que Eva Granados (PSC), Anna Gabriel y MIreia Vehí (CUP) y representantes de todos los partidos de la confluencia.

A sus compañeros de aventura política Domènech les ha pedido madurez para pensar más en el país que en los intereses particulares de cada formación. "Una nueva construcción política donde el debate no sea de poder o de partido, sino de país. Hay que estar orgullosos de lo que hemos hecho desde la ciudadanía y desde las diversas fuerzas políticas en el ciclo anterior. Pero debemos ir más allá: madurar, crecer, transformarnos. Una confluencia donde el todo supere las partes para la construcción como fuerza alternativa de país".

CALENDARIO AJUSTADO

El primer paso para la confluencia será la presentación, antes de Navidad, de su manifiesto político, tras lo cual se

creará una promotora integrada por independientes que analizará los debates que lleguen desde todos los puntos de Catalunya. 

En una primera fase los partidos de la confluencia abordarán las cuestiones programáticas, en las que hay más puntos de acuerdo, para dejar para la segunda fase el ámbito organizativo, donde puede haber más discrepancias. El calendario fijado prevé que el nuevo sujeto político nazca antes de la primavera.

Pese al éxito del modelo de Barcelona en Comú, el reto es llenar algunas lagunas, implantándose en todo el territorio y no circunscribirse simplemente al área metropolitana de Barcelona, donde tienen su principal bolsa de electores.