CRISIS EN EL SOCIALISMO

El PSC resiste en su 'no es no' a Rajoy ante los titubeos del PSOE

Exige que para cambiar el sentido del voto se consulte a la militancia

Parlón busca el choque mientras Iceta es partidario de rebajar la actual tensión

Núria Parlon y Miquel Iceta, el 3 de octubre, en el centro cívico Cotxeres Borrell.  / ELISENDA PONS

El PSC no se abstendrá para hacer presidente a Mariano Rajoy. Así de claro y contundente se manifiesta la mayoría de dirigentes de este partido, tanto si se les pregunta en público como en privado. Solo están dispuestos a cambiar el sentido de su voto si una vez consultada la militancia esta opinase lo contrario. Los socialistas catalanes refuerzan su ‘no es no’ a Rajoy frente a las ambigüedades de un PSOE que sigue sin aclarar cuál será su decisión final y que lejos de despejar dudas en las últimas horas ha sembrado todavía más al defender que abstenerse no es lo mismo que apoyar al líder del PP. Además, la posición del socialismo catalán puede interpretarse como un órdago a la dirección provisional elegida tras el fratricida comité federal puesto que el presidente de la gestora, Javier Fernández, ha advertido este lunes de que no se dará libertad de votos a los diputados del fracturado grupo parlamentario (una disciplina que incluye a los siete catalanes).

Tras reunir a su ejecutiva, el PSC fijó este lunes los pasos a seguir. Primero: mantener el rechazo a Rajoy. Segundo: defender esta posición en el próximo comité federal del PSOE (todavía no tiene fecha de celebración). Tercero: si el comité federal decide que hay que pasar del no a la abstención, someter esta decisión al escrutinio de las bases (tanto a las del PSOE como a las del PSC). "Lamentamos la decisión de dejar al PSOE sin liderazgo e insistimos que si quieren cambiar la posición sobre la investidura tiene que ser consultando a la militancia", explicó el alcalde de Lleida y presidente del partido, Àngel Ros, quien compareció ante la prensa para dar cuenta de la decisión de la ejecutiva. "Nuestra posición sigue siendo no investir a Rajoy, no hay ningún motivo para apoyarle con abstención o voto a favor y menos aún en Catalunya donde conviene dialogo".

Estas son las premisas compartidas por la mayoría aunque eso no significa que no existan también diferentes puntos de vista respecto a cómo aplicar esta estrategia. Mientras el actual primer secretario, Miquel Iceta, es partidario de que los socialistas catalanes intenten actuar como intermediarios para ayudar a pacificar al PSOE, su rival en las primarias, Núria Parlon, lejos de rehuir el conflicto ha salido públicamente a subrayar más las evidentes diferencias e incluso a cuestionar el protocolo de relaciones entre ambos partidos.  

Los socialistas catalanes  están convencidos de que en una consulta ganaría el voto en contra a Rajoy

                                         

 “No hay que pasar pantallas innecesarias”, insiste un veterano dirigente en referencia a la contundencia de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet. Es evidente, en eso coinciden los partidarios de ambas candidaturas, que el proceso interno en el que está inmerso el PSC para escoger a su líder complica todavía más los pasos a seguir. Hasta que se elija una nueva dirección, en el congreso previsto para el fin de semana del 5 y 6 de noviembre, no se designará un representante para que se integre en la gestora del PSOE.

EL DEBATE 

En la reunión de la ejecutiva, Parlon ha insistido en la idea de romper la disciplina de voto en el Congreso. Es una posibilidad secundada por otros dirigentes que, aun apoyándola, consideran que no hay que contribuir públicamente a más especulaciones. Al menos hasta que el próximo comité federal del PSOE acuerde si se cambia o no el sentido del voto. En el PSC más de uno interpreta la contundencia de la alcaldesa de Santa Coloma como una manera de marcar distancias respecto a sus “amistades peligrosas”, Susana Díaz (la foto del acto que protagonizaron ambas en julio en un acto en L’Hospitalet todavía le persigue) y del apoyo que mostró a Eduardo Madina, uno de los referentes del sector crítico, ahora oficialista, cuando este amagó con presentarse a las primarias en las que salió elegido Sánchez como líder del partido.        

Existe un enfado general con Chacón  por haberse alineado con los críticos pese a no ser el bando del PSC

A la pregunta de si dada la actual fragilidad socialista forzar unas terceras elecciones no es una temeridad, los dirigentes del PSC consultados responden que su electorado no les perdonaría que no actuasen en coherencia con lo defendido hasta ahora. De ahí que haya sentado tan mal, incluso entre algunos de sus afines, que Carme Chacón diese la espalda a Sánchez y se situase del lado de los críticos al presentar su dimisión de la ejecutiva. Fue la única que se desmarcó porque, cómo se demostró el sábado, los socialistas catalanes resistieron hasta el final en su apoyo al destronado secretario general. “Chacón no representa a ningún territorio y no tiene que dar explicaciones en ningún territorio. Sabe que lo que hizo va en contra de lo que piensa aquí el partido. La gente está enfadada con ella”, resume un miembro de la dirección del PSC. Otro integrante de la cúpula, sin contradecir esta opinión, añade que Sánchez cometió también muchos errores al querer ir por libre, “quemar todas las naves” y pilotar el partido “prescindiendo de todo el mundo”.  

Un póquer negociador

El PSC no tiene representación en la gestora, algo que seguirá así hasta que el 5 y 6 de noviembre se celebre el congreso de los socialistas catalanes. De momento, este lunes la ejecutiva aprobó crear una comisión que hará de enlace con la gestora del PSOE hasta que se elija quién será el representante catalán en la dirección estatal. Un póquer integrado por Àngel Ros (alcalde de Lleida y presidente del PSC), Assumpta Escarp (secretaria de Organización y diputada en el Parlament), Antonio Balmón (alcalde de Cornellà y secretario de Coordinación Institucional) y Núria Marín (alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat y miembro de la Mesa del comité federal del PSOE).