El discurso de Xavier Domènech en la noche del domingo dejó a las claras el enfado que el colauismo arrastra con ERC por entender que los republicanos hicieron una campaña arisca hacia ellos. El vencedor de los comicios en Catalunya, en tono agrio, acusó a ERC de “haberse equivocado de enemigo”, de alegrarse de la victoria del PP y erigió a En Comú Podem como alternativa a CDC “y a quienes le dan apoyo”, en referencia a ERC, eso sí, menospreciando su fuerza. “Están enfadados”, ha concluido este lunes Gabriel Rufián sobre las palabras de Domènech, aunque “debe entender que no hubo ataques de ERC, si no tan solo se le interpeló sobre cómo pensaba llevar a cabo el referéndum. El ya famoso ‘Com ho faràs, Xavi?’”. Es decir, para Esquerra, preguntar no es ofender.

Lo cierto es que los republicanos contaban con encuestas que detectaban un amplio electorado fronterizo entre ambas fuerzas. Un público abonado al voto dual (colauista en las municipales y generales y republicano o cupero en las catalanas) que Esquerra, viendo las dificultades intrínsecas por concretar un referéndum acordado con el Estado, quiso atraer.

ERC ha ganado voto en cifras absolutas (pese al descenso de la participación) y en porcentaje. Y solo los caprichos de la ley d'Hondt le ha dejado a las puertas de aumentar en dos su botín de escaños. Más o menos la suerte contraria que han corrido sus compañeros independentistas, y sin embargo enemigos, de CDC

Así pues, hay satisfacción en ERC y cierta comprensión hacia la tristeza del colauismo por el batacazo de Pablo Iglesias en su intento de ‘sorpasso’ al PSOE. “Están enfadados y que hagan lo que crean que deben de hacer. Nosotros no lo estamos porque hemos conseguido nuestro mejor resultado histórico”, ha sentenciado Rufián.

“Nos duele que Domènech diga que nos alegramos de la victoria del PP. Nosotros nunca nos alegramos de que gane la derecha reaccionaria. El PP ha ganado un escaño por cada caso de corrupción que ha protagonizado, ha sido un 'sorpasso' a la decencia. Decir eso es desconocer la trayectoria, por ejemplo, de Joan Tardà”, ha aseverado el candidato.

La victoria del PP y, al tiempo, el quinto puesto de los populares en Catalunya han servido a Rufián para sentenciar que “Catalunya y España son dos países distintos, que votan diferente”.

ENÉSIMA INVITACIÓN

Pese a todo, nueva invitación al colauismo ha sumarse al 'procés': “Todo republicano de izquierdas debe trabajar para constituir una república, y en el único lugar que se dan las condiciones para que ello ocurra es en Catalunya. Y es la república catalana”.

Sobre la política de pactos que se deriva del resultado del 26J, ERC no ha variado un ápice su planteamiento de diciembre. “Daremos apoyo a aquellos que respeten la plena soberanía de Catalunya”, es decir, los que planteen un referéndum. Conclusión: votarán que no a todos, por cuanto no se otea en el horizonte, hoy menos que hace una semana, la posibilidad siquiera de que la consulta de autodeterminación se ponga, siquiera para recharzarla, sobre la mesa.

Sobre CDC, apenas una referencia. Y amable. Para destacar que “había aguantado” y que tanto los convergentes como ellos habían tenido que soportar una coyuntura diabólica, como son unas elecciones generales, y enfrentarse a ellas aun con el veto a los presupuestos de la Generalitat, por parte de la CUP, aún fresco en la memoria.