Las cesiones que Pablo Iglesias planteó en la reunión con PSOE y Ciudadanos el jueves serán papel mojado si hay repetición de elecciones, incluidas las renuncias que hacía en torno al derecho a decidir y las pretendidas ambigüedades de un documento que eludía citar la fecha y la fórmula jurídica de la consulta para dejar espacio a una negociación con el PSC. Perdidas casi todas las esperanzas de conseguir un acuerdo con los socialistas, el secretario general de Podemos confirmó este lunes que recuperará el programa electoral con el que concurrió el 20-D y, por primera vez, desveló algún detalle sobre la pregunta. En concreto, explicó que si consigue llegar al Gobierno defenderá un referéndum en el que haría campaña favorable para un nuevo encaje constitucional de Catalunya en España y a favor del “no” a la independencia. 

Iglesias admitió que el espinoso tema del derecho a decidir ni siquiera estuvo sobre la mesa en la reunión a tres bandas, puesto que ya en materia económica fueron incapaces de avanzar tras constatar que Ciudadanos sólo admitiría “retoques” en su pacto con el PSOE.

A pesar de que un acuerdo con Pedro Sánchez tendría a estas alturas más de milagro que de negociación, Iglesias volvió a pedirle que abandone “la jaula” en la que dice le ha encerrado Albert Rivera. Si la situación se enrarece más o hay gestos de distensión  se observará este martes en las votaciones en el Congreso de ley de emergencia social que presenta Podemos, tan en sintonía con las medidas propuestas por los socialistas que un voto en contra o la abstención sería interpretado como el último gesto de distanciamiento entre ambos partidos y la confirmación de que hay que abandonar cualquier esperanza de entendimiento. 

HUECO PARA GARZÓN

Mientras, el calendario corre hacia el 2 de mayo, último día para formar Gobierno antes de que se disuelvan las Cortes y se convoquen elecciones, las fuerzas políticas parecen tener ya la mirada puesta en el horizonte de las urnas. Podemos trataría entonces de revalidar sus confluencias territoriales en Galicia, Valencia y Catalunya, pero también de ampliar su base. El partido morado ha reabierto el debate sobre la posible incorporación de IU para competir juntos a los comicios. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que este lunes estuvo de visita en Madrid, se mostró favorable a que la federación de izquierdas se incorpore y sugirió que los morados podrían hacer un “esfuerzo para sumar más”. Alberto Garzón, líder de IU, ya ha advertido que está dispuesto siempre que le acompañen sus siglas y que el acuerdo sea en todo el territorio, y no por comunidades.