La segunda fase de las negociaciones de investidura comenzó este miércoles, tras la pausa que trajo consigo el fallido intento de Pedro Sánchez, con significativas novedades sobre el tablero. El PSOE reanudó los tratos con Compromís e IU, a los que intenta sumar a su pacto con Ciudadanos para arrastrar a Podemos. Sánchez llamó a Pablo Iglesias y ambos quedaron en verse antes de Semana Santa. Los socialistas se alejaron del partido naranja al concertar un encuentro con la fuerza que lidera Alberto Garzón sin la presencia del equipo negociador de Albert Rivera, pese a que se habían comprometido a ir de la mano para abordar los futuros pactos. Y el PP continuó en fuera de juego.

Las comisiones del PSOE, C’s y Compromís se reunieron este miércoles en el Congreso. Fue solo la reanudación de los contactos. Este jueves, el equipo socialista se citará a solas con el de IU. La ausencia de la fuerza naranja contradice el compromiso de Sánchez de negociar conjuntamente con los de Rivera, pero fuentes del PSOE señalaron que comunicaron la decisión a C’s y que este no se opuso. Pero para evitar especulaciones, Sánchez y Rivera se reunieron durante media hora en el Congreso para escenificar la vigencia de su acuerdo. Las citadas fuentes socialistas señalaron que la reunión a solas con IU, reclamada por Garzón, tiene sentido porque ambas fuerzas ya llegaron a un preacuerdo a dos bandas, que luego quedó en nada, antes de la fracasada investidura de Sánchez.

El PSOE busca atraer a Compromís y a la coalición de izquierdas como manera de allanar el entendimiento con Podemos. Los morados se encuentran en plenas convulsiones internas, dentro de una crisis que los socialistas consideran que les aleja del hipotético pacto, pero al mismo tiempo el PSOE argumenta que si logra sumar al partido valenciano y a IU, Iglesias lo tendría muy difícil para rechazar la investidura de Sánchez. Podemos, recuerdan los socialistas, se presentó junto a Compromís en las pasadas elecciones y los de Garzón formaron parte de las listas del partido morado en Catalunya y Galicia.

EL REENCUENTRO

Sánchez, mientras tanto, llamó por teléfono este miércoles a Iglesias, tras un primer intercambio de mensajes el día anterior. La conversación duró 15 minutos y ambas partes, en una versión pactada, informaron de que habían tratado la crisis de refugiados en Europa, sobre la que todos los grupos parlamentarios llegaron a un acuerdo en el Congreso, y los pactos de investidura. Las diferencias de criterio se mantienen, con Iglesias insistiendo en un Gobierno de coalición y reclamando al líder del PSOE que abandone a C’s, pero ambos coincidieron en que “es positivo que se normalice el diálogo”.

La semana que viene, en principio, Sánchez e Iglesias mantendrán una reunión a la que no asistirá Rivera (Ciudadanos restó importancia a esta ausencia) y que el PSOE quiere que sirva para relanzar las conversaciones entre los equipos negociadores. En esas nuevas citas debería estar presente el partido naranja, pero los socialistas no lo dieron por hecho. "Lo acordarán Sánchez e Iglesias", dijeron fuentes de la dirección del PSOE, que presumieron de haber “desbloqueado” en un día el diálogo con Podemos, Compromís e IU.