La defensa del expresidente andaluz José Antonio Griñán ha arremetido hoy contra la decisión de que el exmandatario y exconsejero andaluz declare de nuevo en el juzgado por el caso de los ERE fraudulentos y ha atribuido esta comparecencia de hoy a presiones políticas y del Fiscal Anticorrupción. "El gobierno ha presionado para estas comparecencias y se haga el paseíllo para compensar otros casos de corrupción", ha señalado el letrado de Griñán, abucheado al igual que Manuel Chaves por miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) a su llegada al juzgado. Ambos exmandatarios, retirados ya de la primera línea política, han ratificado su declaración ante el Tribunal SupremoTribunal Supremo, negando uno haber recibido informe alguno de la Intervención general alertando de irregularidades en el pago de las ayudas o bien haber tomado decisiones ilegales.

Ambos expresidentes fueron acusados entonces por prevaricación administrativa, y en esta ocasión, al ser incorporados a las diligencias generales, el juez les ha acusado de participar en hechos concretos y no de cargos, según han explicado fuentes judiciales presentes en la sala de vistas. Tanto Chaves como Griñán han comparecido por espacio de apenas media hora y se han acogido a su derecho a no declarar y se han limitado a escuchar las preguntas "muy concretas" sobre determinadas ayudas que han formulado el fiscal y el PP.

La sorpresa ha llegado tras la comparecencia de Griñán, cuyo letrado ha cargado contra las "presiones" que a su juicio han provocado estas nuevas comparecencias y que considera que no tienen sentido dado que, en el caso de Griñán, el acta de su declaración ante el Supremo está incorporada a la causa. Así, su presencia ante el juez que instruye el caso de los ERE fraudulentos solo responde a "sus efectos mediáticos" y a un "show para compensar los últimos casos de corrupción del país". Y ha insistido en que recientemente se produjo una visita del fiscal Anticorrupción Antonio Salinas, que ha atribuido a una voluntad de presionar para que se produjera esta citación de los expresidentes andaluces. 

CHAVES, 27 MINUTOS

Por su parte, el expresidente Manuel Chaves, también se ha limitado a ratificar su declaración ante el Supremo. Durante una breve comparecencia de 27 minutos, en la que según algunos de los asistentes se ha mostrado "altanero", ha recordado que "ya quedó fijada su posición" ante los hechos ocurridos en su anterior declaración.

Así, no ha respondido a las preguntas realizadas el fiscal, "muy exhaustivas" y relativas a la concesión de ayudas concretas y su relación con el exdirector general de Trabajo y principal implicado en el caso Javier Guerrero. Tampoco ha respondido a la acusación que ejerce el PP, que le ha inquirido por un préstamo concedido en 2001 a una empresa que posteriormente en 2006 se benefició de una ayuda por el mismo importe pero ya con cargo a la partida de los ERE, en una especie de préstamo a fondo perdido.

"UN GRAN FRAUDE"

El juez investiga el papel que pudieron jugar tanto Chaves como su sucesor Jose Antonio Griñán en la implantación en la administración andaluza de un procedimiento --considerado inadecuado por la anterior juez instructora Mercedes Alaya-- para abonar ayudas de forma discrecional y al margen de cualquier control. A la salida del TS, Griñan, que está implicado por su papel como consejero andaluz de Economía Hacienda, negó haber recibido ningún informe de la Intervención General de la Junta alertando de irregularidades en el uso de los fondos públicos,y apuntó que no creía "que existiera un gran plan, pero si un gran fraude". Unas palabras que matizó después Chaves al asegurar que serían los jueces quienes "decidieran si hubo un fraude, y si fue grande o pequeño", dejando de relieve las pésimas relaciones entre quienes antaño fueron grandes amigos.