Podemos dulcifica sus reproches a Sánchez para negociar

Se sienten "decepcionados" pero conminan al PSOE al diálogo la próxima semana

Domènech considera insuficientes las propuestas para Catalunya

Pablo Iglesias se arregla la coleta mientras escucha el discurso de Sánchez. / JOSÉ LUIS ROCA

Podemos suaviza su posición y abandona el tono áspero con el que analiza las intervenciones de Pedro SánchezPablo Iglesias tiene ahora la mirada puesta en la semana que viene. Da por hecho que el socialista fracasará este viernes en su investidura y quiere retomar las negociaciones. Con ese horizonte, las valoraciones del discurso del candidato socialista fueron significativamente comedidas.

El líder del partido morado dijo sentirse “decepcionado” pero evitó cargar con la dureza o la ironía con la que suele castigar a Sánchez. Su moderación pareció ser consigna. El portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, se limitó a señalar que el discurso le había parecido de un buenismo tan excesivo que sólo cabía inferir que trataba de agradar a todos y no definirse por nadie. Al podemista le pareció que los socialistas “se desdibujan con buenas intenciones ambivalentes” y principios morales de aceptación universal para no crear polémicas y buscar los apoyos que necesita para ser investido presidente.

A ello le conminó el número dos de Podemos. Errejón puso el foco en la viabilidad que sigue teniendo una negociación a partir de la semana que viene, puesto que hasta el 3 de mayo existe margen para llegar a un acuerdo que evite la convocatoria de nuevas elecciones. Pidió explícitamente a Sánchez que abandone ese empeño de querer agradar a todos los grupos, que renuncie al buenismo, que decida, que elija y se comprometa. “Sigue habiendo condiciones para un gobierno de cambio. La semana que viene se abren otras oportunidades. Ojalá aprovechemos el tiempo para que haya compromisos firmes”, señaló.

En el hemiciclo, Errejón e Iglesias llegaron a aplaudir con ironía al candidato cuando agradeció a Albert Rivera su disposición para el acuerdo. Sin embargo, fuera del escaño, ambos se mostraron mucho más discretos y evitaron ahondar en las críticas. “Es un discurso que ni para bien ni para mal pasará a la historia de los discursos parlamentarios” fue lo más lejos a lo que llegó el portavoz podemista. 

LAS MEDIDAS DE MAS

La lectura de En Comú Podem fue similar. Su número uno, Xavier Domènech, mostró su decepción por el escaso desarrollo de las propuestas que Sánchez realizo en su discurso al conflicto catalán. Domènech lamentó que el PSOE sólo proponga una estructura federal “que no es nada más que el viejo estado de las comunidades autónomas”, del cual dijo que está “superado”. También afeó al aspirante socialista que expusiese como novedad “cuatro o cinco puntos de los 23 planteados por [Artur] Mas”, en referencia a las propuestas que el ‘expresident’ llevó a Mariano Rajoy a la Moncloa para tratar de desbloquear la creciente tensión entre Catalunya y España.

IGLESIAS 21 MINUTOS, EN COMÚ PODEM 10, EN MAREA 3

Iglesias subirá este miércoles al hemiciclo por primera vez para pronunciar su discurso, entorno a las nueve y media de la mañana. Al estar estructurados en un grupo confederal con sus aliados, deberá repartir la media hora de la que dispone. El de Vallecas ocupará 21 minutos, Domènech otros 10, y la representante de En Marea, 3. Las réplicas las asumirá solo Iglesias. 

IU y Compromís piden negociar

La intervención de Pedro Sánchez no sedujo a los partidos de izquierdas, pero fue lo suficientemente abierta para que no se cerrasen en banda y pidiesen volver a la mesa de negociaciones a partir de la próxima semana. Alberto Garzón reclamó que se vuelva a activar la mesa a cuatro entre PSOE, Podemos, IU y Compromís como único modo de llegar a un acuerdo que permita un gobierno estable en vez de unas elecciones. La coalición valenciana también solicita volver al diálogo. Considera que no tiene sentido reunirse de forma bilateral, puesto que, a la práctica, son imprecindibles los votos de Podemos.