LA LACRA DE LA CORRUPCIÓN

El sucesor de Barberá, imputado por blanqueo, se aferra al acta de concejal

Alfonso Novo, portavoz del PP de Valencia, guarda silencio ante el juez

El presidente del PP de Valencia, Alfonso Novo, a su llegada a los juzgados para declarar por la supuesta financiación irregular del partido. / MIGUEL LORENZO

Alfonso Novo es todavía el portavoz y presidente del PP de Valencia pese a haber sido suspendido cautelarmente de militancia. Está imputado por blanqueo de dinero, que presuntamente se usó para financiar la última campaña electoral de Rita Barberá, y este miércoles ha declarado ante el juez que instruye el 'caso Imelsa', el primero en acudir ante la justicia de una larga lista del entorno de la exalcaldesa, que también deberá testificar. Novo marcó la línea que seguirán previsiblemente sus compañeros: no piensa renunciar a su acta de concejal en el Ayuntamiento de Valencia.

Pese a la imagen que desde el PP se está tratando de proyectar, escenificando una presunta contundencia contra la corrupción desde la dirección nacional y regional del partido, el sucesor de Barberá retendrá su acta al menos hasta que "se levante el secreto del sumario y declare todo el mundo". Así lo ha asegurado a su salida del juzgado, donde se ha acogido a su derecho a no declarar como imputado ("investigado" según la nueva terminología de la ley de enjuiciamiento criminal).

"NI IDEA" DEL BLANQUEO

Pese a su silencio antes el juez, Novo ha afirmado a la prensa que le esperaba a las puertas de la Ciudad de la Justicia que había ratificado en la sala su declaración ante la Guardia Civil cuando fue detenido a raíz de la operación Taula. Es decir, que admitió conocer las donaciones de 1.000 euros que se hicieron al partido para los últimos comicios municipales y que él las realizaba "por transferencia bancaria". Sin embargo, ante la prensa ha dicho no tener "ni idea" del blanqueo, asegurando que a él nunca se le devolvió ninguna cantidad en efectivo.

Novo es una de las pocas personas autorizadas en las cuentas del PP de Valencia, pero sostiene que nunca vio "nada sospechoso". El juez le citó porque investiga presuntas adjudicaciones fraudulentas del gobierno popular en el ayuntamiento a cambio de comisiones ilegales desde el año 2003 y su relación con Ciegsa, la empresa pública de construcción de colegios dependiente de la Generalitat Valenciana, y la Fundación Jaume II 'El Just', todas vinculadas con el 'caso Imelsa'.

34 IMPUTADOS MÁS

A partir de la próxima semana comenzarán a declarar también investigados por presunto blanqueo los ocho concejales restantes del PP y seis exediles más de Barberá en la pasada legislatura. Eusebio Monzó es el único de los actuales concejales del PP que no está imputado. Fue presentado por la exalcaldesa como "el Messi de la candidatura" y el "independiente" de la lista. Pero Monzó fue secretario autonómico de Hacienda con el PP y estuvo imputado por presuntas irregularidades en el Centro de Convenciones de Castellón, diseñado por el arquitecto Santiago CalatravaAlberto Fabra le destituyó y después la causa fue archivada.

Hay 20 personas más imputadas por el juez por su presunta participación en el 'lavado' de mordidas procedentes de empresas beneficiadas con contratos amañados. Son asesores o exasesores del grupo popular en el consistorio. El actual alcalde de Valencia, Joan Ribó, ya ha advertido de que si el PP no destituye a sus asesores en activo, él mismo los cesará al ser el responsable último de la contratación en el ayuntamiento.

El PP valenciano quiere cambiar de nombre

Acuciado por el último caso de corrupción en el seno de su partido, el PP valenciano quiere ahora cambiar de nombre. Como ya hiciera el PP nacional cambiando su logotipo el verano pasado para intentar lanzar una imagen renovada del partido, los populares valencianos busca tras el escándalo de la 'operación Taula' hacer un cordón sanitario a los casos de corrupción en la formación y desprenderse de esa mochila. Esa es la intención de su presidenta, Isabel Bonig, que este martes manifestó que es necesaria una profunda refundación del partido. Para ello, Bonig propondrá a la dirección nacional la necesidad de celebrar un congreso extraordinario en el que se aborde esta renovación, que incluya cambio de siglas. El vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez-Maíllo, ha señalado que la cúpula del partido está dispuesta a "escuchar" esta propuesta.