LA LUCHA ANTITERRORISTA

Los Mossos se rearman ante la amenaza del Estado Islámico

El Govern crea un fondo de contingencia de 11,5 millones de euros que contempla pagar 250.000 horas extraordinarias

El director Albert Batlle confirma que se adquirirán nuevos fusiles y subfusiles para mantener el nivel de alerta de 4 sobre 5

Artur Mas, todavía en funciones, convocó la Comisión de Seguridad del Govern, para discutir cómo debían reforzarse. / RUBEN MORENO GARCIA

Los Mossos d’Esquadra se rearman. Comprarán nuevos fusiles e incrementarán las horas de prácticas de tiro. Tras un año entero en un nivel de 4 sobre 5 en la escala que mide el riesgo de atentado, la policía catalana reajusta el Plan Operativo Específico Antiterrorista, en marcha desde el pasado mayo, para "convivir" con este nivel de alerta indefinidamente. La decisión se concretó en una reunión celebrada hace casi dos meses, según ha sabido EL PERIÓDICO.

Fue el pasado 1 de diciembre, cuando el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, convocó por primera vez la Comissió de Seguretat del Govern, un órgano creado en el 2003 pero que nunca antes se había reunido. Durante el encuentro, que reunió a los máximos representantes de la Administración catalana y a los jefes de los Mossos, se discutió a fondo sobre cómo rearmar el cuerpo catalán para prepararlo con garantías ante la amenaza terrorista del Estado Islámico (EI). 

Al finalizar la reunión se acordó crear un "fondo de contingencia" para los Mossos de 11,5 millones de euros, que formalmente ha aprobado el Govern este martes. Los presentes coincidieron, asimismo, en que a pesar de que los atentados del 13 de noviembre de París urgían a situar al EI en lo más alto de las prioridades policiales, la estrategia antiterrorista adoptada debía tejerse de manera que no deteriorara el resto de tareas, según  ha remarcado a este diario el director de la policía catalana, Albert Batlle.

Los cálculos presentados durante la reunión estimaban que, a lo largo del 2016, el cuerpo invertirá 250.000 horas extraordinarias en trabajos relacionados con la lucha antiterrorista, fundamentalmente en tareas de prevención. Esta bolsa presupuestaria, a la que el 'conseller' de Interior, Jordi Jané, ya había aludido recientemente aunque sin dar más detalles, no solo servirá para sufragar la dedicación suplementaria de los policías, sino que también se prevé adquirir nuevo armamento e incrementar la formación de los agentes.

MÁS ARMAS, MÁS FORMACIÓN

Los Mossos comprarán más "fusiles" y más "subfusiles", aclara Albert Batlle. También se incorporarán "sistemas digitales de grabación de audio y de vigilancia telefónica", además de renovar parcialmente el parque móvil. El director, que prefiere no dar más detalles sobre las características técnicas de la dotación "para no dar pistas innecesarias”, defiende que la renovación de instrumental "moderniza adecuadamente" los recursos de la policía.

Todas las unidades especializadas recibirán estas nuevas armas. "La Brigada Móvil (BRIMO), Áreas Regionales Recursos Operativos (ARRO), Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX) y el Grupo Especial de Intervención (GEI)", enumera Batlle. Estos grupos llevan tiempo recibiendo formación adaptada a las nuevas necesidades. 

Fusil de asalto más potente

Las características que debe reunir este nuevo fusil están claras aunque el modelo que se comprará todavía no está decidido. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, probablemente se optará por un Gs36, la misma opción por la que ya han apostado el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), la Guardia Civil, algunas policías europeas como la alemana o el propio GEI, el grupo de élite de los Mossos. Este arma dispara más balas en un lapso de tiempo más breve que las actuales. Además, “resulta más fiable” en disparos “lejanos”, según remarcan fuentes policiales. En definitiva, es el más "pertinente" para un hipotético duelo contra asaltantes tan peligrosos como los que atacaron a los periodistas de la revista Charlie Hebdo o a los jóvenes de la discoteca Bataclan.

    Sin embargo, la inmensa mayoría de agentes, las patrullas de Seguridad Ciudadana (policías de uniforme a pie de calle) llevaban tiempo reclamando aumento de prácticas de tiro. Hasta ahora, disparaban máximo 50 tiros al año. A partir de ahora dispondrán de 250 balas reales en cuatro sesiones a lo largo de dos años. Además, los cambios en esta nueva instrucción, que ya han sido detallados a los entrenadores, plantean prácticas "menos estáticas" y más dirigidas a prevenir el tipo de enfrentamiento que podrían sufrir.

REACCIÓN SINDICAL

El portavoz de la Trisindical, Toni Castejón, cree que estos cambios satisfarán una reclamación "unánime" del cuerpo. Especialmente "urgentes" eran las prácticas de tiro, "desfasadas" ante el desafío yihadista. "Los policías necesitan entrenar los tiros instintivos, bajo situación de estrés, no apuntar una vez al año a una diana inmóvil, como harán ahora", aplaude.