La nueva 'consellera' de Agricultura, Meritxell Serret, llega al cargo con muchas asignaturas pendientes, aunque asegura que trabajará para conseguir "un sector competitivo, viable y sostenible, buscando los máximos consensos".
Entre los retos a corto y largo plazo de su Departament destacan las sucesivas crisis de precios de sectores como el porcino o el frutícola; el pago de las ayudas del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Catalunya; la gestión de los purines; la necesidad de incrementar las ayudas a jóvenes para garantizar el relevo generacional; el "mal" funcionamiento de la cadena alimentaria; y la optimización de la inversión del canal Segarra-Garrigues.
Las organizaciones agrarias alertan que el sector ha perdido en los últimos 20 años la mitad de sus agricultores, pasando de los 50.938 en 1994 a los 26.031 actuales. Por ello, piden a Serret que se "centre en priorizar la actividad de los payeses y ganaderos profesionales", para poder afrontar "de forma urgente" sus prioridades.